La Arquidiócesis de Portoviejo (Ecuador) animó a los fieles de la provincia de Manabí a participar en la Marcha por la Vida, llamada "Manavida", del sábado 30 de abril para celebrar y proteger la vida en todas sus etapas, ante la amenaza de la legalización del aborto en el país.
En declaraciones a ACI Prensa, el P. Darío Miasick, sacerdote polaco y coordinador de la Comisión provida de la Arquidiócesis de Portoviejo, creada hace un año, dijo que el sábado 30 de abril se realizará la primera Marcha por la Vida en toda la arquidiócesis.
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El P. Miasick, quien también es párroco de la Parroquia San Cayetano de Chone, explicó que a diferencia de las marchas anuales realizadas en vicarías desde 2016, esta vez la Marcha por la Vida congregará a todas las parroquias y zonas pastorales del territorio.
En la Arquidiócesis de Portoviejo "tenemos casi 100 parroquias y está dividida en 10 zonas", dijo. Los participantes se concentrarán desde las 9:00 a.m. en el Parque "La Rotonda", y marcharán hacia el parque "Las Vegas", donde habrá un concierto musical de grupos católicos locales, informó.
El sacerdote precisó que el evento de este año no se realizará en agosto como las otras marchas, sino el 30 de abril, para recordar que por esta fecha la Corte Constitucional de Ecuador decidió despenalizar el aborto por violación en 2021.
Cabe destacar que tras el fallo de la Corte, la Asamblea Nacional aprobó en febrero el proyecto de ley para casos de violación. Pero, el 15 de marzo, el presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, vetó el proyecto parcialmente por su falta de coherencia con la sentencia de la Corte y el marco legal, y propuso 61 textos alternativos.
El P. Miasick anunció que dentro la marcha se llevará la campana "La voz de los no nacidos", que fue realizada en Polonia bajo el impulso de la fundación "Sí a la vida", y fue bendecida por el Papa Francisco. "La campana nos va a acompañar durante la marcha en una plataforma, y después se quedará en la Parroquia de la Merced", dijo.
Esta campana de más de una tonelada de peso, está fabricada en bronce y adornada con dos códigos genéticos que simbolizan al padre y la madre. Además, en uno de sus lados tiene grabado una ecografía de un niño por nacer y dos querubines.
El sacerdote dijo que los párrocos de las iglesias explicaron a los fieles durante estos días que habrán buses ubicados en diferentes partes de la arquidiócesis "para que lleguen todos" a participar en la marcha, dijo.
"Queremos que en esta fiesta participen todos los niños, jóvenes de la catequesis, grupos parroquiales", dijo el P. Miasick y recordó que no es una marcha de solo gente católica, sino que también participarán personas "de otras profesiones de la fe", como los evangélicos y protestantes.
Las personas que asistan a la Marcha por la Vida deberán vestir de blanco, como un gesto para mostrar la "unidad en la lucha por la vida", y llevar carteles provida.
Mons. Eduardo Castillo, Arzobispo de Portoviejo, dijo en una carta que la marcha es una oportunidad en la que "toda la sociedad se manifiesta públicamente por la defensa y la protección de toda vida humana, particularmente la inocente y desprotegida".
Se busca hacer "frente a la difusión de una cultura y de una legislación cada vez más permisivas y relativistas con el aborto, la eutanasia, la experimentación en seres humanos, la afectación de la familia, etc.", agregó.
Además, explicó que en comparación a las marchas anteriores, creadas sobretodo de forma "reactiva"; es decir, para "detener" acciones en contra de la vida, como leyes o resoluciones judiciales, esta vez, se busca diseñar de forma "proactiva" un "proyecto social ideal protector de toda vida humana naciente y vulnerable y de su dignidad".
Advirtió también que la marcha "no debe presentarse como una 'marcha' de un conjunto de grupos" parroquiales o movimientos específicos, "sino como la manifestación de ciudadanos comunes, expresión de toda la sociedad".
"Si cada 'grupo' va con carteles y banderas particulares, pierde fuerza… Por eso se va todo de blanco", precisó.
"En la defensa y protección de la vida humana en cuanto tal, y el posicionamiento de todo esto en la sociedad, nos jugamos mucho en cuanto al futuro", concluyó el Prelado.