La monja francesa André Randon tiene 118 años y desde el 25 de abril es oficialmente la persona más anciana del mundo.
De acuerdo a la organización Guinness World Records, la religiosa de exactamente 118 años y 73 días es la "persona viva más anciana", la "monja más longeva y la persona más anciana que ha sobrevivido el COVID-19".
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New record: Oldest living person - Sister André, aged 118 years and 73 days old.
- Guinness World Records (@GWR) April 25, 2022
Sister André, born 11 February 1904 as Lucile Randon, is the oldest living person as well as the world's oldest nun and the oldest person to survive COVID-19 ? pic.twitter.com/3HisPI4saO
Randon se ha convertido en la persona más longeva del mundo luego del fallecimiento de la japonesa Kane Tanaka, de 119 años, el pasado 19 de abril.
La hermana André, que ya era la persona más anciana de Europa, nació el 11 de febrero de 1904 en Alés, Francia.
Según informa Famille Chretienne, al cumplir 26 años, abandonó el protestantismo y se convirtió al catolicismo. Fue bautizada en la iglesia San Francisco Javier en París.
"Cuando me convertí, André lloró, estaba enojado conmigo, pero luego lo aceptó", recuerda la religiosa.
André era su hermano mayor, que "era a la vez un padre y una madre", comparte la hermana.
En 1944, cuando tenía 40 años y durante la Segunda Guerra Mundial, se unió a la congregación de las Hijas de la Caridad, fundada por San Vicente de Paúl, y cambió su nombre, Lucile, por el de André en honor a su hermano fallecido.
Se dedicó a servir a niños y ancianos en el Hospital de Vichy, tarea que realizó durante 28 años, siempre con alegría.
Luego de 76 años, la religiosa se mudó a Toulon, en el sur de Francia, donde reside actualmente en la casa de reposo Sainte Catherine Labouré.
"Hablo con Dios todo el tiempo. ¡Cuando las cosas no van bien, se lo digo y a veces lo regaño por abandonarme! Oye, ¿por qué no puedo escucharte hoy? Nunca me aburro porque rezo en el tiempo que tengo libre", dijo en una entrevista al youtuber Tibo Inshape.
"Rezo todos los días, especialmente por los desafortunados, porque me gusta mimar a la gente; y en la oración encontramos un espacio para eso", agregó entonces.
En 2019, cuando cumplió 115 años, la religiosa recibió una tarjeta y un rosario bendecido por el Papa Francisco, que desde entonces usa todos los días.
Al cumplir 116 años, la hermana André compartió al mundo su "receta para una vida feliz": oración y una taza de chocolate caliente todos los días.
En 2021, la hermana André se hizo viral porque dio positivo al COVID, fue aislada y lo superó sin problemas y sin presentar síntomas.
En una entrevista con la televisora francesa BFM, la hermana André dijo que no temía coronavirus.
"No, no tenía miedo, porque no tenía miedo de morir. Estoy feliz de estar contigo, pero me gustaría estar en algún otro lugar, reunirme con mi hermano mayor, mi abuelo y mi abuela", afirmó.