Este 12 de abril se cumplen 75 años de una aparición mariana en Roma. Se trata de la advocación de la Virgen de la Revelación que se venera en el Santuario delle Tre Fontane (Santuario de las tres fuentes) localizado en la capital italiana.
El rector de este santuario mariano, Mons. Renato Tarantelli, destacó a ACI Prensa que es un lugar muy amado por los romanos. Si bien “no parece ser uno de los santuarios más conocidos y no es muy grande en apariencia, está realmente en el corazón de las personas que vienen aquí cada día y cuentan la historia de cómo llegaron aquí, casi por casualidad o traídos por sus padres cuando eran niños”, indicó.
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“Es un santuario donde todo el mundo se siente como en casa. La principal característica de este lugar es la profunda paz que transmite a las personas que a menudo acuden en estado de agitación o preocupación, llevando una oración a los pies de María. Las personas que vienen aquí siempre reciben un profundo consuelo, y en los seis meses que llevo como rector lo he experimentado casi a diario”, indicó Mons. Tarantelli.
Además, el sacerdote italiano recordó que el 75 aniversario de la primera aparición mariana ocurre cuando “estamos pasando un largo período de oración, durante más de un mes, dedicando sobre todo nuestra ofrenda personal y comunitaria al terrible tiempo de guerra que estamos viviendo, implorando una paz que surja de una paz personal entre los hombres para poder llegar a una paz entre las naciones, que es uno de los temas fundamentales de los que habló la Virgen en este lugar, precisamente evitando una guerra nuclear y pidiendo una conversión del corazón”.
“El mensaje fundamental de la aparición en ‘le Tre Fontane’ es mostrarnos la meta a la que estamos llamados, es decir, la vida en Dios, tal y como la vive ya María Asunta al Cielo. Una parte fundamental del mensaje de ‘le Tre Fontane’ es también la de mostrarnos el camino para llegar a esa meta y a ese fin, un camino que es María misma, imitándola y siguiéndola estamos seguros de llegar a Jesús”, dijo Mons. Renato.
Luego, el rector explicó que las tres partes centrales de este santuario son “la Eucaristía, el Corazón Inmaculado de María y la oración por el Santo Padre”.
En este sentido, Mons. Tarantelli afirmó que este lugar mariano está dedicado de manera especial a la oración por el Pontífice, ya que la Virgen María se le apareció “a un hombre que planeaba hacer daño al Santo Padre y a la Iglesia, y su conversión le llevó a ser un hijo obediente y a poner la figura del Papa en el centro, como unidad entre los pueblos, que es uno de los puntos centrales para la paz entre las naciones”.
Historia de la aparición de la Virgen de la Revelación
En 1947, Bruno Cornacchiola, un activista anticatólico que planeó el asesinato del Papa Pío XII, dijo que la Virgen se le había aparecido varias veces.
La Madre de Dios se le apareció a Bruno en una gruta que se conserva intacta en el Santuario delle Tre Fontane. Según los relatos de las apariciones, María le dijo: “Soy la Virgen de la Revelación. Tú me persigues; ahora basta, regresa al redil santo, que es la Corte celeste en tierra…”
Después de esto, Bruno pasó de ser un perseguidor de la Iglesia a su fiel defensor. La noticia de la aparición y de su conversión milagrosa se difundió rápidamente, y la gruta se convirtió en un lugar de peregrinación y de gracia.
Bruno testificó que la Madre de Dios llevaba un vestido blanco atado con un cinturón de rosas, y que estaba cubierta con un manto verde desde la cabeza hasta los pies. Se esculpió una estatua de la Virgen que fue bendecida el 5 de octubre de 1947 por el Papa Pío XII en la Plaza de San Pedro, desde donde la transportaron hasta el santuario.
En 1997, el Papa San Juan Pablo II dio al santuario su nombre actual: Santa María del Tercer Milenio en las Tres Fuentes.
Hasta su muerte en 2001, Bruno continuó proclamando otras 28 apariciones que ahora están siendo examinadas por las autoridades eclesiásticas, aunque la Diócesis de Roma ha permitido que continúen las peregrinaciones a la gruta donde además tiene previsto construir un gran santuario.