Cáritas Spes, brazo caritativo de la Iglesia Católica en Ucrania, está llevando consuelo, esperanza y apoyo material a las familias que están pasando hambre y dolor a causa de la invasión militar rusa que ha devastado sus hogares.
En un comunicado, el P. Pawel Rytel-Andrianik, director de la Oficina de Comunicación Exterior de la Conferencia Episcopal de Polonia, dijo que el paso de las fuerzas militares rusas por las regiones ucranianas de Kiev y Yitomir ha devastado pueblos pequeños y pacíficos como Bucha y Vorzel, que en el pasado tenían complejos residenciales y una infraestructura ordenada, pero hoy muchos están destruidos.
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El sacerdote señaló que Cáritas Spes (Cáritas en Ucrania) de la ciudad de Yitomir informó que "los pueblos y aldeas de la región de Kiev están habitados en su mayoría por personas mayores" y que los que sufrieron el impacto de cohetes y tanques contra sus casas, tuvieron que esconderse en el sótano o en los rincones de sus habitaciones.
"No queda ni una sola pieza de vidrio en las [seis] ventanas de mi casa", dijo Katya, una de las personas beneficiadas con el apoyo de Cáritas.
Precisó que las parroquias se usan "como refugios contra ataques" aéreos, y señaló la necesidad de "limpiar el pueblo de escombros, cristales y restos de la acción militar y facilitar a los vecinos el acceso a la electricidad y, al menos temporalmente, reparar las ventanas que se hayan quedado sin barandilla", entre otras cosas.
La guerra en Ucrania, que continúa desde hace más de 40 días, ha dejado a varios pueblos "sin electricidad, gas y agua" y además, existe una escasez de "medicinas, alimentos, productos básicos de higiene, frazadas y edredones", informó.
Al respecto, dijo que el P. Vitalij Uminski, director de Cáritas Spes Yitomir, señaló que "la peor situación se encuentra en las pequeñas ciudades" de la diócesis, donde "en los internados, los niños y adultos con discapacidad se quejan de la falta de alimentos", que comienzan a terminarse. "Hay muchos adultos enfermos a nuestro cuidado que necesitan sobre todo cariño", dijo el P. Uminski.
Según una religiosa, si bien "el grado de destrucción en las ciudades y pueblos aledaños es muy variado", en los lugares más pequeños es más fácil sobrevivir, pues la gente tiene "agua en el pozo o leña para hacer fuego en la cocina", indicó el P. Pawel.
Precisó que "las mujeres son las que más necesitan medicinas", en especial las ancianas que se quedan solas, pues sus hijos y nietos huyeron del país "en busca de un lugar seguro". Muchas de ellas no tienen electricidad en su hogar y tienen que cocinar los alimentos en dos ladrillos, sobre un fuego.
"El viento sopla de un lado, luego del otro, y apaga todo, el fuerte viento apaga el fuego y todas las ollas se han puesto negras por el humo y el fuego", dijeron las ancianas ucranianas según el P. Pawel.
Además de preocuparse por su salud y el hambre, dijo que ellas sufren por no poder comunicarse con sus familiares, pues no tienen donde cargar sus teléfonos. "Mis familiares y amigos no saben lo que me pasa, no saben dónde estoy, si estoy viva o muerta, no saben nada sobre mí", dijo Nina, quien sufre de hipertensión y problemas cardiovasculares.
"Que Dios perdone a estas personas y que nos dé salud, fuerza, paz y su Espíritu Santo. Yo también soy creyente. No puedo ni decirte cómo sigo de pie y pidiéndole a Dios: Padre misericordioso, ayuda ¡Solo tú puedes ayudarnos! ¡Jesucristo, por favor!", agregó Nina.
En medio de este contexto, el P. Pawel dijo que el P. Petro Zharkovsky, presidente de Cáritas Spes, señaló que, si bien no pueden "detener la guerra", contribuyen a "aliviar el sufrimiento" de muchos. "Nuestras manos se han convertido en alas que pueden extenderse por kilómetros y abrazar a las personas, brindarles consuelo y esperanza. Estamos llamados a hacer esto", dijo el P. Petro.
El P. Pawel señaló que el servicio de Cáritas anima "a los sacerdotes, religiosas y laicos voluntarios a formar equipos humanitarios y, sin dudarlo un momento, ir a los pueblos y aldeas donde hay combates" para llevar auxilio material y espiritual a quienes lo necesitan.
Como en Vorzel no hay electricidad, "los seminaristas del seminario mayor local llevaron un generador de electricidad" que permitió que "después de muchas semanas", se celebrara Misa, indicó el P. Pawel. "A la liturgia asistieron personas de diversas confesiones. Algunos de ellos cruzaron el umbral de la iglesia por primera vez", agregó.
Afirmó que según una de las religiosas que apoyan a Cáritas Spes en Yitomir, "la gente quiere compartir sus experiencias, hablar de emociones, pero no se puede sentir ningún dolor o resentimiento en sus voces", sino que "tienen un profundo deseo de volverse a Dios juntos como comunidad".
Dijo que el P. Vitalij Uminski explicó que las personas necesitan sobre todo comida, pues "a menudo no tienen donde comprarla" debido a que las estaciones de servicio están cerradas. Así que Cáritas Spes de Yitomir brindó "combustible a una de las parroquias, pues el párroco podía conducir de parroquia en parroquia", agregó el P. Uminski.
En medio de esta compleja situación, los voluntarios de Cáritas son clave pues "reparten las donaciones" de alimentos y contribuyen a recoger "los pedidos de medicamentos o materiales específicos" que requieren los pueblos locales, dijo el P. Pawel.
El P. Pawel dijo que Cáritas Spes de Yitomir señaló que en los últimos días "ha entregado cinco toneladas de alimentos a los residentes de las ciudades y pueblos afectados cerca de Kiev", por donde han pasado las fuerzas militares rusas. "Visitamos las aldeas del distrito de Vygotsky, que son bastante remotas y la ayuda no llega tan rápido", indicó Cáritas Spes en redes sociales.
"Estamos con los que el mundo llama refugiados y con los desplazados internos, los niños o las víctimas de la guerra, pero al fin y al cabo son sólo personas que creen que la luz vence necesariamente a las tinieblas. Esperan ver a sus familiares, volver a su país, sus hogares de origen y a quienes aman, a pesar de que la guerra es exactamente lo contrario del amor", concluyó el P. Petro Zharkovsky.
Las personas que deseen apoyar a Cáritas Spes Yitomir pueden hacerlo a través de su Facebook.