El Obispo Piotr Greger, presidente de la Comisión para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos de la Conferencia Episcopal Polaca, recordó que con el Domingo de Ramos este 10 de abril, se inicia la Semana Santa que trae la salvación para todo el mundo.
"Nosotros vamos no solo a ser observadores pasivos de los hechos, sino también a participar activamente en ellos. Estos son eventos salvadores para nosotros. Jesús emprende estas acciones por nosotros y para nosotros, con el fin de reconciliarnos a nosotros pecadores con el Padre", dijo el Prelado según informa el sitio web del Episcopado polaco.
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El Domingo de Ramos, resaltó el Obispo, "entramos a Jerusalén con Jesús para participar en los eventos más importantes de la historia de la salvación".
El Prelado polaco explicó que el Jueves Santo, el primer día del Triduo Pascual, "se celebra la Misa de la Cena del Señor, en el marco del misterio de Cristo crucificado. El segundo día, el Viernes Santo, y a través de la liturgia de la Pasión –porque la Iglesia no celebra la Eucaristía ese día– estamos ante el misterio de Cristo sepultado. Finalmente, en el Sábado Santo la liturgia más importante del año, la Vigilia Pascual, muestra el misterio de Cristo Resucitado".
El Obispo explicó que "el Triduo Pascual es una gran liturgia que se desarrolla en tres actos: "El jueves escucharemos una llamada al mandamiento del amor. Este es el testamento de Jesús en el Cenáculo, que presentaremos en el rito del Mandatum, o lavatorio de los pies".
"Jesús sella toda su actividad pública mostrando lo que significa ser cabeza de la Iglesia. Esta es la tarde en que Jesús enseña a la Iglesia el servicio desinteresado".
Haciendo una breve referencia a la guerra generada por la invasión de Rusia a Ucrania, el Prelado dijo que "este año, cuando estamos lidiando con los acontecimientos más allá de nuestra frontera oriental, esta dimensión del mandamiento del amor adquieren un significado especial".
"El Viernes Santo, la adoración de la Cruz está en el centro de la liturgia de la Pasión. Este es un momento especial en el que experimentamos el amor ilimitado de Dios, gracias al cual se ha logrado la salvación del mundo".
"La salvación vino por el amor, y la Cruz de Cristo es prueba y confirmación incuestionable de este amor", agregó.
El Obispo resaltó que la Vigilia Pascual, en el Sábado Santo "es una liturgia en la que participaremos renovando nuestros votos bautismales en un momento que nos devolverá a nuestra identidad cristiana. Esta liturgia nos pide que alcancemos la fuente bautismal".
"En el Bautismo, fuimos limpiados del pecado original con el que vinimos a este mundo. Este es nuestro morir para salir del sepulcro junto con Cristo como vencedores a una nueva vida", expresó.