Los cuentos de hadas e historias para niños de Disney han encantado por décadas a miles de familias, pero un importante líder católico ha advertido que la compañía está sucumbiendo ante el creciente activismo político institucional de una minoría bien organizada de izquierda.
"Walt Disney debe estar dando vueltas en su tumba. Él fundó Disney para que fuera una gran megaestructura de entretenimiento para niños y familias. Ahora, han tomado la línea de una minoría de personas bien organizadas de izquierda que tienen su propia agenda política, y están sucumbiendo a eso", indicó el presidente de la Liga Católica de Derechos Civiles y Religiosos de Estados Unidos, William Donohue, en una entrevista reciente concedida al National Catholic Register.
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Las declaraciones de Donohue se producen luego de que la presidenta de Disney, Karey Burke, publicara un video mensaje anunciando su apoyo para tener "muchos, muchos, muchos personajes LGBTQIA en nuestras historias", con el objetivo de que un mínimo del 50 % de los personajes sean "LGTB" (lesbianas, gays, transexuales y bisexuales) y de una minoría racial.
El anuncio de Burke fue una respuesta al proyecto de ley 1557 de Florida sobre la ley de "Derechos de los padres en educación", conocida por sus críticos como "No digas gay (Don´t say gay), que prohíbe el adoctrinamiento de los niños en las escuelas con la ideología de género.
Los recientes ataques de Disney contra la nueva ley aprobada en Florida fueron provocados por las críticas a su decisión previa de no participar en el acalorado debate nacional sobre el proyecto de ley.
Donohue ha señalado en la entrevista que las acciones de Disney han ofendido a personas de todas las religiones.
"La compañía debería volver a hacer felices a los niños y no involucrarse en las leyes de ningún lado del espectro político. Nunca pensamos que llegaría el día en que las corporaciones se volverían contra nosotros", expresó.
También lamentó que "durante mucho tiempo se ha visto anticatolicismo en los medios, en la comunidad artística, entre los grupos activistas y las organizaciones sin fines de lucro".
"Las corporaciones nunca irían en contra de los valores morales tradicionales, pero ahora, debido a que tienen miedo de ser boicoteadas, calumniadas o intimidadas, están sucumbiendo. Lo saben mejor que nadie, pero están sucumbiendo", añadió.
Las nuevas propuestas de Disney también se han convertido en una preocupación creciente para los padres de familia.
"Mira, me encanta Disney. Pero esto es demasiado. Mi esposa y yo estamos fuera. La mayoría de nuestros amigos también están fuera. No queremos que nuestros hijos estén expuestos a esto antes de que sean adolescentes", escribió en Twitter un padre preocupado sobre la nueva dirección de la compañía.
Sue Domen, una madre católica de tres hijas, lamentó tener que decirle a su hija menor que planea cancelar la suscripción de su familia al servicio de streaming de la compañía, Disney+.
"Me entristece el corazón porque tantos recuerdos de las tres chicas eran de cantar canciones de Disney, y a todos nos encantaba ver esos cuentos clásicos e ir a los parques. Pero promover activamente la confusión es absolutamente inaceptable. Confundir a uno sobre su propia identidad, creo, es una ideología tan diabólica y dañina", dijo Domen al Register.
"Disney está proyectando ideologías particulares en los espectadores a través de una historia de confianza. Desde una perspectiva católica fiel, lo encuentro nefasto y perjudicial para los jóvenes y su desarrollo", dijo Domen.
Y agregó: "Como una corporación que ha construido su imperio hogareño sobre la magia y la inocencia de la niñez, es aún más doloroso. Muchas familias no quieren este contenido de Disney".