El Tribunal Penal de Desamparados de Costa Rica condenó a 20 años de cárcel al exsacerdote Mauricio Víquez Lizano por abuso sexual y violación en perjuicio de un niño de 11 años en el 2003.
"Por decisión unánime, se resolvió declarar a Víquez autor responsable por un delito de violación agravada y por abuso sexual en perjuicio del ofendido de apellido Alvarado", dijo el miércoles 30 de marzo Ana Patricia Mora, jueza y presidenta del Tribunal.
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"En todas las instancias, el ofendido relató los hechos de forma similar, tanto en el examen psicológico forense y denuncias en instancias judiciales", precisó el Tribunal.
Los abusos contra la víctima, que en ese momento era un menor de edad, sucedieron en el 2003 en la Parroquia San Juan Bautista en Patarrá de Desamparados, tiempo en el que Víquez ejercía como párroco.
Según el medio local Delfino, el exsacerdote "también estaba acusado de 29 delitos de abusos deshonestos; 22 de abuso sexual en perjuicio de persona menor de edad; uno de tentativa de violación; 3 de violación; cinco de difusión de pornografía y uno de corrupción agravada".
Sin embargo, "la única causa que prosperó, debido a que el Tribunal consideró que el resto estaban prescritas, fue la de un hombre de apellidos Alvarado Quirós, quien fue víctima de Víquez mientras era menor, y cuya condena se cristalizó el día de hoy", añadió el medio.
El 18 de agosto de 2019, Víquez fue capturado en México luego de seis meses de haberse fugado de Costa Rica. La Interpol había puesto una orden de captura internacional en su contra y, tras ser capturado, fue extraditado por la Fiscalía General de la República (FGR).
"Ante la captura del señor Mauricio Víquez, la Curia Metropolitana ha manifestado reiteradamente que el señor Víquez tiene que responder ante la instancia correspondiente, por los hechos que se le imputan", indicó en aquel entonces la Arquidiócesis de San José.
Mauricio Víquez Lizano, que por un tiempo fue vocero de la Iglesia en Costa Rica, fue expulsado del estado clerical por medio de un decreto firmado el 25 de febrero de 2019 por Mons. José Rafael Quirós, Arzobispo de San José, emitido luego del proceso realizado al entonces sacerdote.
La investigación se realizó tras la denuncia presentada "por dos de las víctimas de abuso sexual", a las que después se sumaron "otras víctimas" que fueron escuchadas y a quienes se tomó su declaración.