Al referirse a su próxima visita a Malta el 2 y 3 de abril, el Papa Francisco destacó que viajará como "peregrino tras las huellas del apóstol Pablo, que allí fue acogido con gran humanidad".
Así lo dijo el Santo Padre este miércoles 30 de marzo durante la Audiencia General que se llevó a cabo en el Aula Pablo VI del Vaticano.
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
El Papa señaló que Malta es una "tierra luminosa" y en su próxima visita internacional será "peregrino tras las huellas del apóstol Pablo, que allí fue acogido con gran humanidad después de haber naufragado en el mar mientras se dirigía a Roma".
Además, el Santo Padre dijo que "este viaje apostólico será la ocasión para ir a las fuentes del anuncio del Evangelio, para conocer personalmente a una comunidad cristiana de historia milenaria y vivaz, para encontrarme con los habitantes de un país que se encuentra en el centro del Mediterráneo y en el sur del continente europeo, hoy aún más comprometido con la acogida de tantos hermanos y hermanas que buscan refugio".
"Desde ahora saludo de corazón a todos ustedes malteses: feliz día. Doy las gracias a los que han trabajado para preparar esta visita y pido a cada uno que me acompañe con la oración. ¡Gracias!", concluyó el Papa.
Lugar donde vivió San Pablo
Durante su visita apostólica, el Papa Francisco rezará en la gruta de San Pablo, ubicada en el complejo de la basílica dedicada al Apóstol de los gentiles que se localiza en la ciudad de Rabat (Malta).
De este modo, el Papa Francisco será el tercer pontífice en visitar este lugar sagrado que recibe cada año numerosos peregrinos de todo el mundo. Anteriormente fueron San Juan Pablo II, el 27 de mayo de 1990; y Benedicto XVI, el 17 de abril de 2010.
Según la tradición, en esa cueva vivió San Pablo durante tres meses alrededor del año 60, luego que naufragó el barco que lo llevaba a Roma para ser juzgado, debido a una terrible tormenta.
De acuerdo con la narración de San Lucas en los Hechos de los Apóstoles (27, 21- 44; 28, 1-11), el Apóstol de los gentiles permaneció en Malta durante tres meses, predicando, bautizando y curando a los enfermos.
Por eso, los malteses veneran a San Pablo como patrono, porque consideran que gracias a él llegó el cristianismo a la isla.
Actualmente, el acceso a la gruta de San Pablo es través de la iglesia de San Publio, primer Obispo de Malta; a un lado de la Basílica de San Pablo y del museo parroquial que conserva numerosas y valiosas obras de arte e históricas, como el regalo que Benedicto XVI otorgó en su visita con motivo del 1950 aniversario del naufragio de San Pablo.