Ante la decisión del Poder Legislativo de Tucumán de tratar la adhesión provincial a la Ley 26.150 sobre Educación Sexual Integral (ESI), los obispos de la provincia, junto con los miembros de las instituciones educacionales, pidieron que se dé un debate "profundo y democrático".
El ministro de Educación de Tucumán, Juan Pablo Lichtmajer, se manifestó favorable a la adhesión de la provincia a la Ley Nacional de Educación Sexual Integral (ESI), vigente hace más de dos décadas.
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Sin embargo, organizaciones educativas de otras provincias han alertado que la ley ESI transgrede el ideario institucional; busca capacitar a los profesores para que ellos orienten a los estudiantes que quieren abortar, para que hablen acerca de la masturbación, entre otros temas.
Lo anterior aún en contra la voluntad de los padres y por lo tanto desconocería el derecho preferente de estos a educar a sus hijos según sus convicciones
El proyecto ya está disponible para que los legisladores de Tucumán puedan tratarlo en las sesiones.
En ese contexto, los obispos e instituciones se ampararon en el artículo 7 de la ley provincial de Educación, que suscribe a las distintas confesiones religiosas como parte de los agentes responsables de las acciones educativas, para exigir que se realice un debate donde sean convocados todos los sectores.
En primer lugar, los padres de los estudiantes, "dado su insustituible derecho a educar a sus hijos de acuerdo a los propios valores" y las instituciones educativas "a las cuales se les debe garantizar la posibilidad de continuar respetando el propio ideario y convicciones éticas. Esto permitirá resguardar el derecho a la libertad de conciencia, así como el derecho a la libertad religiosa", explicaron en un comunicado el 22 de marzo.
En ese sentido, alertaron "sobre el riesgo de caer en el reduccionismo de identificar la educación sexual con meros aspectos técnicos y científicos sin integrarlos y subordinarlos a los aspectos antropológicos más profundos teniendo en cuenta todas las dimensiones del ser humano, es decir, su materialidad, espiritualidad, relacionalidad, emociones, valores".
"Este es el único camino posible para generar una educación sexual capaz de erradicar cualquier tipo de comportamiento violento o discriminatorio que transforma al otro en un objeto que puede usarse y descartarse", afirmaron.
Los obispos de Tucumán "confían en que el diálogo sincero, profundo y democrático es el único camino posible para incrementar la amistad social y capaz de producir resultados útiles y eficaces en el esfuerzo por educar niños y jóvenes sanos y diversos capaces de construir una sociedad más justa e inclusiva", concluyeron.