El Papa Francisco calificó este jueves de "insoportable" lo que sucede en Ucrania y señaló que la verdadera respuesta a esta guerra "no son más armas ni más sanciones".
El Pontífice dijo estas palabras al recibir a las participantes del encuentro promovido desde el Centro Femenino Italiano con motivo del 31º Congreso Nacional Electivo, celebrado en Roma bajo el título "Identidad creativa del hombre y de la mujer en una misión compartida", a quienes recordó la necesidad de cambiar la forma de gobernar el mundo.
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El Papa dijo que la guerra en Ucrania "es fruto de la vieja lógica del poder que sigue dominando la llamada geopolítica".
"La historia de los últimos setenta años lo demuestra: nunca han faltado las guerras regionales; por eso dije que estábamos en la tercera guerra mundial a trozos, un poco por todas partes; hasta que llegamos a ésta, que tiene una dimensión mayor y amenaza al mundo entero", explicó durante la audiencia en el Palacio Apostólico del Vaticano.
"Pero el problema de fondo es el mismo: el mundo sigue gobernándose como un 'tablero de ajedrez', donde los poderosos estudian los movimientos para extender su dominio en detrimento de los demás", lamentó el Santo Padre.
A continuación, el Papa Francisco dijo que la verdadera respuesta a esta guerra "no son más armas ni más sanciones" y aseguró haberse avergonzado cuando se enteró que algunos países se comprometieron a comprar armamento.
"¡Es una locura! La verdadera respuesta no son más armas, más sanciones, o más alianzas político-militares, sino un enfoque diferente, una forma diferente de gobernar el mundo ahora globalizado y no 'enseñando los dientes', como ahora", aseguró.
El Santo Padre indicó que "la buena política no puede venir de la cultura del poder entendida como dominación y opresión, sino sólo de la cultura del cuidado, del cuidado de la persona y de su dignidad y del cuidado de nuestra casa común. Así lo demuestra, desgraciadamente de forma negativa, la vergonzosa guerra a la que estamos asistiendo", puntualizó.
El Santo Padre explicó a las miembros del Centro Femenino Italiano que "las mujeres pueden cambiar el sistema si consiguen, por así decirlo, transformar el poder de la lógica de la dominación a la lógica del servicio, a la lógica del cuidado".
"Es la escuela de Jesús, que nos enseñó cómo el Reino de Dios se desarrolla siempre a partir de la pequeña semilla", dijo el Santo Padre, al mismo tiempo que aseguró que este cambio "concierne a todos y depende de cada uno" y que puede vivirse desde el Evangelio.
En ese sentido, las felicitó por su trabajo, centrando su mirada "especialmente en los niños y niñas, en los chicos y chicas que, en su crecimiento, necesitan puntos de referencia, figuras adultas con las que compararse. Hombres y mujeres".
"Quiero daros las gracias porque estáis aquí, porque en Italia existe y va adelante esta asociación de mujeres, que está animada por el Evangelio y quiere dialogar con todos por el bien común de la sociedad. Y esto no debe darse por sentado", aseguró el Papa.