El Cardenal Mauro Piacenza, Penitenciario Mayor de la Iglesia, inauguró el lunes 21 de marzo la 32° edición del Curso sobre el Fuero Interno, donde aseguró que la verdadera evangelización, cada vez más necesaria, "empieza en el confesionario".
En su ponencia, recogida por ACI Stampa, agencia en italiano del grupo ACI, el Cardenal explicó que el sacramento de la Reconciliación "es también por excelencia el sacramento de la alegría".
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
En esta línea, aseguró que "se trata de una alegría sobrenatural, que no podemos confundir en ningún momento con el cese o la eliminación del sentimiento psicológico de culpa".
El Penitenciario Mayor de la Iglesia también recordó a los sacerdotes que "toda absolución sacramental vivida en la fe es, tanto para el penitente como para el confesor, una experiencia de la exousía divina, del poder de Cristo Salvador, que toca a la humanidad herida, enferma, moribunda o muerta, y la cura y la devuelve a la vida".
Asimismo quiso destacar la dirección espiritual y la definió como "una dimensión esencial del sacerdocio ministerial", a través de la cual "se concreta tanto el ejercicio del 'munus profético', en el que se indica al individuo la palabra y la voluntad de Dios, y el ejercicio del 'munus regale', capaz de indicar con la fuerza del Espíritu el camino a seguir como voluntad de Dios".
Además el Cardenal aseguró que estos dos aspectos son muy diferentes (uno es sacramental y el otro no), y pidió que no fueran confundidos ni por el confesor ni por el penitente.
El sacramento de Reconciliación, prioridad de los sacerdotes
A continuación, el Cardenal defendió que si "la reconciliación es el sacramento de la alegría en el que el penitente resucita y el confesor se alegra de la obra maravillosa de Dios; si florece en la dirección espiritual, capaz de edificar a las almas, a la Iglesia y al mundo; entonces se puede afirmar con toda seguridad que la nueva evangelización, una auténtica nueva evangelización de la que cada vez sentimos más necesidad, ¡comienza en el confesionario!".
"Desde el confesionario y no desde las conferencias, ni desde las 'cirugías de cerebro' o iniciativas similares. Sino que parte del redescubrimiento del sentido del pecado, del reconocimiento humilde y realista de la propia limitación, y de la consiguiente disposición a pedir humildemente el perdón, para ser reconstruido en Cristo", destacó.
El Purpurado subrayó que este sacramento "debe ser la prioridad de todo sacerdote, de toda planificación de la vida parroquial y pastoral, prioridad incluso de todo plan pastoral diocesano".
"Estoy personalmente convencido de que un sacerdote que pasa incluso una semana entera sin confesar a nadie pierde algo de su sacerdocio y corre el riesgo de fracasar en la extraordinaria tarea que se le ha encomendado con la imposición de manos y la configuración con Cristo", aseguró.
Por tanto, aclaró que es importante "ofrecer la propia disponibilidad a los lugares donde las confesiones son más frecuentes, y ser fieles a los tiempos y lugares indicados, pasando allí un tiempo de oración y estudio, y pidiendo al Señor que suscite en el corazón de los fieles el deseo de la reconciliación sacramental".
Un producto "inalcanzable" en nuestro tiempo
Por último, destacó la necesidad de un compromiso con la pastoral juvenil y aseguró que "debemos ser conscientes del carácter extraordinario de lo que, como Iglesia, ofrecemos a los jóvenes y a todos con el sacramento de la Reconciliación".
"En un mundo de violencia y de reivindicaciones, de relaciones competitivas y de prevaricación sobre los demás, en un mundo de acoso y de conflicto, la Iglesia ofrece la palabra del perdón, ofrece una visión completamente diferente del hombre y de sus relaciones con los demás hombres y con Dios".
Además resaltó que la Iglesia ofrece "un producto inalcanzable" en nuestro tiempo y animó a los presentes a ser conscientes de ello y a "ofrecerlo con convicción, sin ningún complejo de inferioridad".
"Debemos procurar humildemente que, también a través de la celebración del sacramento de la Reconciliación y del acompañamiento espiritual, podamos ofrecer realmente una visión alternativa del mundo, más humana porque es más verdadera, más humana porque es divina", concluyó.
Curso sobre el Fuero Interno
Cada año se celebra en el Palacio de la Cancillería del Vaticano el llamado Curso sobre el Fuero Interno, organizado desde la Penitenciaría Apostólica para abordar cuestiones morales y canónicas, así como para ofrecer una amplia actualización sobre la correcta administración del sacramento de la Reconciliación.
Este evento busca además ofrecer a los nuevos sacerdotes y a los candidatos a las órdenes sagradas una oportunidad para reflexionar y profundizar en la formación del sacramento de la Penitencia.
Entre los contenidos que se abordarán destacan cuestiones morales y canónicas, y también se ofrecerá una amplia actualización sobre la disciplina penitencial, la correcta administración del sacramento de la Penitencia y se enseñarán las funciones y competencias específicas de la Penitenciaría Apostólica.
En particular, se tratarán situaciones de delicadeza relevante y actual que afectan al ministerio penitencial y la resolución de casos complejos que se sometan al discernimiento y a la misericordia de la Iglesia.
Este año, su 32° edición cuenta con un total de 800 participantes. El evento durará hasta el viernes 25 de marzo, concluyendo con un audiencia con el Papa Francisco y la posterior ceremonia penitencial, donde el Papa consagrará Ucrania y Rusia al Inmaculado Corazón de María.
Además, para la ocasión, estarán disponibles 80 sacerdotes puestos a disposición por la Penitenciaría Apostólica para escuchar las confesiones de los fieles.