El Comité Permanente de la Conferencia Episcopal de Chile (CECh) lamentó que en el proyecto de la nueva Constitución se hayan incluido los llamados derechos sexuales y reproductivos, y con ello el aborto libre.
La Convención Constitucional, organismo compuesto por 154 miembros a cargo de redactar el proyecto de Carta Magna, aprobó en general, el 10 de marzo, 14 artículos que pasaron a ser discutidos en forma particular el martes 15.
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Entre esos está el artículo 16 que "garantiza el ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos sin discriminación, con enfoque de género, inclusión y pertinencia cultural, así como el acceso a la información, educación, salud, y a los servicios y prestaciones requeridos para ello, asegurando a todas las mujeres y personas con capacidad de gestar, las condiciones para un embarazo, una interrupción voluntaria del embarazo, parto y maternidad voluntarios y protegidos".
El artículo, aprobado por 108 votos a favor, 39 en contra y 6 abstenciones, agrega además que se "garantiza su ejercicio libre de violencias y de interferencias por parte de terceros, ya sean individuos o instituciones".
También se confirmó la aprobación del artículo 23 sobre el derecho a la vida, pero se rechazaron las indicaciones 21, 26 y 27 que buscaban incluir el derecho a la vida del no nacido.
En ese contexto, el Comité Permanente de la CECh manifestó en un comunicado este 16 de marzo que "una Constitución Política con una norma sobre aborto libre no podrá ser sentida y asumida como propia por muchos chilenos, entre ellos muchas personas que profesamos una fe religiosa, pues el respeto a la vida humana desde la concepción no es algo secundario o cuya consideración sea optativa, sino un valor fundamental que afirmamos apoyados en la razón y la fe".
"De no cambiar esta decisión, la Convención Constitucional pone un obstáculo insalvable para que muchos ciudadanos den su aprobación al texto constitucional que se está elaborando", sostuvo el Comité en referencia al plebiscito al que se someterá el borrador el próximo 12 de junio.
Por ese motivo, llamaron "a los chilenos a ser conscientes de esta triste dinámica, que tiene como corolario inaudito la incorporación del aborto libre nada menos que como un derecho constitucional".
El Comité lamentó "que la mayoría" de los convencionales "estén optando por polarizar el proceso constitucional con un tema tan significativo, en vez de ofrecer una propuesta en la que la mayor parte de los chilenos podamos reconocernos, más allá de nuestras legítimas diferencias, en torno a un proyecto compartido".
"Esta norma, por sí misma, es un gravísimo atentado a la dignidad de la persona humana y sus derechos fundamentales, más allá de cualquier concepción religiosa. Además, no se establecen condicionamientos ni limitaciones a este derecho, ni se da un mandato al legislador para que lo regule por una ley, con lo cual queda abierto el camino para permitir el aborto a todo evento".
"Establecido el aborto como un derecho constitucional sin ninguna restricción, cualquier ley que pretenda regularlo puede ser declarada inconstitucional. De esta manera, podría darse el caso que fueran abortadas creaturas incluso de siete u ocho meses o a punto de nacer", alertaron los Obispos.
"Es evidente que una norma de tal naturaleza constituye un hecho de la máxima gravedad".
"La Convención afirma un derecho a decidir en forma libre y autónoma sobre el propio cuerpo, pero olvida y silencia del todo que en el vientre de quien está embarazada hay un segundo cuerpo, otro ser humano, que para quienes aprobaron la norma simplemente no existe", sostuvo el Comité de la CECh.
A su turno, Rosario Corvalán, del equipo legislativo de Comunidad y Justicia, explicó que además de "reconocer el aborto como un derecho fundamental", el "derecho a la vida y la protección para los niños en gestación se eliminarían y perderían su actual protección constitucional".
Corvalán expresó que el artículo 16 deja de "reconocer la objeción de conciencia" e incorpora "una frase que es altamente probable que se interprete como prohibición de este derecho a objetar, ya que dicha oposición se consideraría una interferencia al ejercicio del 'derecho" al aborto'.
La abogada y también vocera del Colectivo por las Dos Vidas Chile, precisó que de "aprobarse la nueva Constitución, el aborto podría ser un derecho exigible hasta el término del embarazo", ya que "no se establece absolutamente ninguna restricción de semanas de gestación".
"Lo recientemente aprobado excede las facultades que le fueron otorgadas a la Convención, ya que sobrepasa uno de los límites que la actual Constitución le impone: los tratados internacionales ratificados y vigentes", señaló.
"Algunos de los principales derechos humanos protegen la vida del no nacido, reconociéndolo como persona, y no como otro 'objeto de protección jurídica'. Ejemplo de ello son la Declaración de los Derechos del Niño, la Convención sobre los Derechos del Niño y la Convención Americana de Derechos Humanos", agregó Corvalán.
A su vez, la abogada desmintió que sea "materia de ley posterior regular los plazos e implementación". "No existe ninguna garantía de que así será ya que el artículo no da un mandato al legislador para que regule o limite la materia. Mientras ese mandato no se incorpore, dependerá del Congreso de turno si regular o no el aborto, y en qué sentido, dado que regularlo no necesariamente implicaría limitarlo".
"Por lo pronto, y habiendo ya pasado este artículo al borrador final de la nueva constitución, será únicamente en el plebiscito de salida la instancia pendiente que defina el futuro de los niños por nacer en nuestro país", concluyó Corvalán.