En una audiencia concedida a un grupo de empresarios este 14 de marzo, el Papa Francisco dijo que la guerra en Ucrania demuestra que los gobernantes "aún no han aprendido la lección de las tragedias del siglo XX".
Al referirse al ámbito geopolítico-militar actual, el Santo Padre advirtió que "las diversas guerras regionales y, sobre todo, la guerra en curso en Ucrania, demuestran que quienes rigen el destino de los pueblos aún no han aprendido la lección de las tragedias del siglo XX".
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Al recibir en el Vaticano a los miembros de una asociación de empresarios, que desde hace 20 años fomentan la "promoción ética y social", el Papa alentó a seguir colocando al centro el "bien común".
Economía al servicio de la vida
En esta línea, el Santo Padre destacó la necesidad de que "la política y la economía, en constante diálogo entre sí, se pongan firmemente al servicio de la vida, de la vida humana y de la vida de la creación, nuestra casa común, y no al servicio de la no vida o de la muerte, como desgraciadamente ocurre a veces".
Luego, el Papa reconoció que los empresarios de las pequeñas y medianas empresas saben cuánto es difícil "desarrollar y crear puestos de trabajo respetando los valores éticos y la responsabilidad social", pero alentó: "No debemos desanimarnos ni resignarnos".
De este modo, el Santo Padre animó a que los pequeños empresarios construyan "una economía nueva, respetuosa de la dignidad humana y del ambiente" y afirmó que "en todo el mundo hay muchas experiencias de empresas éticas y sostenibles que están abriendo camino".
Luchar contra el activismo
Para ello, el Papa Francisco exhortó a los empresarios a "no descuidar el cuidado de su propia alma, el alma que nos viene de Dios"; por lo que aconsejó "resistir a la tentación del activismo para encontrar tiempo para reflexionar, para pensar, para contemplar", porque "a veces el activismo destruye nuestra interioridad; no hablo de la religiosidad, sino de la interioridad humana".
"Cada uno, si quiere ser animado, debe dejarse animar interiormente por lo bueno, lo bello y lo verdadero. Así lo demuestran los testimonios de empresarios italianos que han podido aumentar no solo sus beneficios sino también su vida, la calidad de vida, la calidad del trabajo, con libertad y creatividad, porque tenían una conciencia iluminada, una interioridad iluminada. Y esto lleva a la creatividad, lleva -si se me permiten decirlo- a la 'poesía'. El trabajo del hombre también es poesía: hacer cosas", concluyó el Papa.