En medio de los bombardeos de las tropas rusas sobre Ucrania y pese a que un grupo polaco está ofreciendo abortos a mujeres refugiadas, una bebé llamada Mia nació saludable en el interior de una estación subterránea utilizada ahora como refugio antiaéreo.
Hanna Hopko, exmiembro del Parlamento ucraniano, publicó a fines de febrero en Facebook una fotografía de la recién nacida: "Mia nació esta noche en un ambiente estresante: bombardeo de Kiev. Su madre está feliz después de este parto desafiante", escribió.
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Según los informes de la prensa internacional, la madre de 23 años fue asistida por la policía ucraniana, que la ayudó al escuchar sus gritos. Después del parto en el refugio, tanto la madre como el bebé fueron evacuadas y recibieron atención médica.
El medio The New York Post informó que el padre de Mia, Ivan Korol, también compartió la noticia en las redes sociales. "¡Anoche, mi esposa dio a luz a una hija! Como una estrella en la oscuridad en un momento tan difícil… ¡Vikusya, eres increíble!", escribió.
A pesar de la noticia esperanzadora, un grupo de activistas polacos denominado Abortion Dream Team ha estado ofreciendo abortos a refugiados ucranianos.
"Queremos que la gente que viene de Ucrania sepa que a pesar de la ley restrictiva antiaborto polaca, pueden contar con nosotros. (…) ¿Huyendo de la guerra y necesitas un aborto? Habla con nosotros. Haremos todo lo posible para apoyarte", señaló el grupo en una publicación de Facebook.
La Fundación Vida y Familia de Polonia criticó la mencionada campaña: "Increíble perfidia por parte de los abortistas: ofrecen su 'apoyo' asesino a las mujeres que huyen de la guerra".
"Abortion Dream Team se ofrece a las mujeres que llegaron a Polonia desde Ucrania para ayudar a matar a sus hijos. La guerra en la que mueren personas es una oportunidad para que las hienas del aborto ganen dinero", sostuvo.
En la actualidad, decenas de mujeres embarazadas en Ucrania están dando a luz en refugios subterráneos o en los sótanos de los hospitales y no pueden salir por las continuas alarmas de bombardeos.
Hopko advirtió que las circunstancias podrían empeorar a medida que las fuerzas rusas continúen bombardeando a los civiles.
Olena Halushka, una activista ucraniana, lamentó que "los hospitales de maternidad en Ucrania ahora deben pasar a la clandestinidad, ya que los animales de Putin bombardean masivamente a los civiles".
Compartiendo una imagen del personal de maternidad de un hospital ucraniano, explicó: "Esto es Kharkiv. Me aterroriza pensar qué pasa si los bebés recién nacidos necesitan cuidados intensivos y cómo podrían proporcionarse en los sótanos".