El Arzobispo Mayor de la Iglesia Greco Católica Ucraniana, Su Beatitud Sviatoslav Shevchuk, rogó a Dios que "detenga la mano asesina" de los rusos que "han venido a nuestra tierra a matar", y que según él están atacando a la población civil, incluidos mujeres y niños.
"Recemos por nuestros enemigos que han venido a nuestra tierra a matar. Que el Señor Dios detenga su mano asesina", dijo el Arzobispo greco-católico de Kiev en su mensaje este 6 de marzo, el día 11 de esta "terrible guerra", que se inició con la invasión de las fuerzas militares rusas, tras la orden del presidente de Rusia, Vladimir Putin.
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El Patriarca animó a mirar, "con la amorosa mirada de Dios, esta tierra ucraniana quebrantada y molida de dolores", afectada seriamente por el "bombardeo de ciudades pacíficas" como Ovruch, Korosten, la región de Zhytomir y la ciudad de Bila Tserkva.
"Ucrania se está convirtiendo en un campo de batalla donde, en primer lugar, se está librando una guerra contra civiles", denunció.
Tras lamentar que no se ha podido evacuar a la población de civil de Irpin, Bucha y Vorzel, en los alrededores de Kiev, el Patriarca aseguró que "ayer mismo vimos literalmente cómo disparaban a mujeres y niños cuando trataban de escapar de este cerco de fuego".
El sábado 5 de marzo, explicó el Arzobispo de Kiev, "a pesar de los muchos esfuerzos, no se proporcionaron corredores de socorro, corredores humanitarios, para que los civiles pudieran ser rescatadas de Mariupol, donde concretamente está atrapada una población de casi 400 mil personas".
En el décimo día de la guerra, los rusos continuaron el ataque en las ciudades de Mariupol y Volvovakha, donde los corredores humanitarios han fracasado y no se han podido sacar a los civiles, especialmente a mujeres y niños.
Según informa el diario El Mundo, el alcalde de Mariupol, Vadim Boichenko, dijo que la ciudad está bloqueada y no hay electricidad, comida, agua, gas ni transporte.
La gente incluso toma nieve de las calles para convertirla en agua y tener algo para beber; y la calefacción ha dejado de funcionar ante las muy bajas temperaturas del invierno.
El Patriarca pidió rezar también por Kharkiv, Chernihiv y Sumy, que "están sufriendo nuevos y brutales bombardeos nada más y nada menos que sobre la población civil".
Tras agradecer a los soldados ucranianos que están defendiendo al país enfrentando a los rusos, el Patriarca reiteró que "en Ucrania están luchando contra la población civil" y pidió a los organismos internacionales que "ayuden a parar, a detener esta catástrofe humanitaria que se está desarrollando ante nuestros ojos".
"Es difícil hablar del perdón en tiempos de guerra"
El Patriarca Shevchuk recordó que hoy comienza la Cuaresma para quienes viven según el calendario juliano, y hoy también es el llamado domingo del perdón.
"Es bastante difícil hablar del perdón en tiempos de guerra. Es difícil hablar de perdón cuando se mira a los ojos de un enemigo que no tiene límites morales y va matando a civiles. Pero el perdón es el secreto de la victoria", dijo el Arzobispo.
"En primer lugar Dios nos perdona y así, con su perdón, destruye el pecado y la muerte eterna. Ese perdón es el secreto de la victoria del hombre sobre su propio pecado".
En este día el Patriarca alentó a pedir "perdón a Dios nuestro Señor por todos nuestros pecados, por los pecados de nuestro pueblo".
"Venzamos a nuestro enemigo, el demonio en nuestro corazón. Venzámoslo con el perdón que recibimos nosotros de Dios y con el perdón que regalamos a nuestro prójimo", concluyó.
Al final de su mensaje, el Patriarca hizo esta breve oración:
Oh Dios bendice a Ucrania.
Oh Dios, salva a tus hijos.
Oh Dios, perdona nuestros pecados.
Oh Dios, concede la victoria a Ucrania.