En febrero fue reabierto y bendecido el renovado monasterio de San José en Buga (Colombia), 22 años después de que las 19 carmelitas descalzas que lo habitaban tuvieran que dejarlo debido al terror perpetrado por grupos armados ilegales.
El pasado 11 de febrero de 2022, se inauguró oficialmente el nuevo monasterio Carmelo de San José, con una ceremonia religiosa que presidió el Obispo de Buga, Mons. José Roberto Ospina Leongómez.
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Hoy el monasterio ha sido encomendado a los Carmelitas Contemplativos, una comunidad masculina que tiene como pilares la contemplación de Jesús Eucaristía y la consolación.
El P. Mauricio de los Corazones de Jesús y de María, superior de los Carmelitas Contemplativos en Buga, afirmó a ACI Prensa que este monasterio se ha convertido en la primera casa de la comunidad después de la "casa madre" ubicada en Girardota, departamento de Antioquia.
"Para nosotros es una gran alegría que generó mucha expectativa al ser un paso nuevo para todos nosotros. No sabíamos cómo lograrlo, simplemente íbamos escuchando la voz del Señor y nos dejábamos guiar. Es un momento muy especial que se haya abierto un nuevo sagrario, un nuevo lugar de adoración para el mundo", señaló en la entrevista.
El P. Mauricio contó que el monasterio fue construido en los años 80 gracias a la donación del benefactor Francisco Azcárate para las Carmelitas Descalzas.
"Las religiosas vivieron mucho tiempo aquí, sin embargo, en el contexto de violencia que vivió Colombia en la época de las guerrillas y los paramilitares, las hermanas se vieron obligadas a abandonar el monasterio en el año 2000", contó.
Según información de archivo del diario local El País, una de las religiosas relató lo sucedido a finales de 1999: "Recuerdo que una noche nos despertó un extraño ruido que ni siquiera reconocíamos. Eran las balas que cruzaban en torno al convento, y que nos hicieron pasar unas horas terribles".
La nota de prensa indicó que las cercanías del monasterio se convirtieron en el escondite de los subversivos, quienes eran buscados por las autoridades a través de helicópteros.
"Nunca nos amenazaron directamente. Solo advirtieron que cerráramos puertas y ventanas, pues no nos harían nada. Sin embargo, nos sentíamos en medio del fuego", dijo la religiosa.
El P. Mauricio señaló a ACI Prensa que "gracias a Dios, Colombia ha vivido muchos momentos de acuerdos de paz y desarme de varios grupos en los últimos años" y que el país "es distinto ahora y gracias a la misericordia de Dios varios lugares se están recuperando".
El sacerdote también señaló que el trabajo de reparación y mantenimiento del monasterio de Buga ha sido "bastante fuerte".
"La comunidad vino días antes de la inauguración y nos hemos alojado aquí en el monasterio para realizar un trabajo constante de pintura, restauración, embellecimiento del lugar y mantenimiento en general", dijo.
El P. Mauricio aseguró que la reapertura del monasterio le permite a la comunidad "tener un nuevo lugar de adoración". "Teresa de Jesús, nuestra madre inspiradora, vibraba con el pensamiento de abrir nuevos sagrarios en el mundo y ese sentimiento nos ha contagiado". agregó.
"Para nosotros ver un sagrario funcionando y al que los fieles pueden venir no tiene precio. Este es un regalo muy grande para la diócesis porque tienen un lugar para los sacerdotes y religiosas donde pueden venir a descansar y consolar sus almas en el corazón de Jesús", dijo a ACI Prensa.
Respecto al futuro, el P. Mauricio dijo que buscan "seguir nuestro carisma, viviendo la vida contemplativa desde la espiritualidad del Carmelo y poder acompañar a las personas en la consolación, a través de nuestra acogida".
Actualmente, la comunidad de los Carmelitas Contemplativos en Buga está conformada por seis religiosos, quienes vienen realizando jornadas de reconstrucción y restauración del monasterio.
"Además combinamos el trabajo físico con nuestra vida contemplativa. Tenemos las oraciones litúrgicas, rezamos todo el Oficio, tenemos dos horas de meditación al día, nuestros momentos de lectura", agregó el P. Mauricio.