Con 48 votos en contra y 46 a favor, el Senado de Estados Unidos frenó el lunes el proyecto de Ley de Protección de la Salud de la Mujer (WHPA), calificado por los obispos y grupos provida como uno de los más extremos en su historia porque habría permitido el aborto en cualquier etapa del embarazo.
En la votación del 28 de febrero el proyecto necesitaba 60 votos para proceder. Ningún republicano votó a favor de la WHPA.
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El proyecto de ley, conocido también como HR 3755, habría permitido el aborto voluntario en todo el país en cualquier etapa de la gestación, a través de un estatuto federal, y habría eliminado las leyes provida en todos los niveles del gobierno, incluida la notificación a los padres de las menores de edad, el consentimiento informado y las protecciones de salud o seguridad específicas de las instalaciones de aborto.
Además, habría obligado a todos los estadounidenses a financiar con sus impuestos los abortos a nivel nacional y en el extranjero; mientras que los proveedores y profesionales de la salud serían forzados a realizar, ayudar y/o derivar abortos en contra de sus creencias, afectando también a empleadores y aseguradoras.
La WHPA "consagraría en una ley federal el aborto a pedido hasta el momento del nacimiento, y anularía las leyes estatales, nuevas y existentes, que protegen a los niños no nacidos y a sus madres", advirtió Jeanne Mancini, presidenta de March for Life, antes de la votación.
El 28 de febrero, Mons. William E. Lori, presidente del Comité de Actividades Provida de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos (USCCB) y el Cardenal Timothy M. Dolan, presidente del Comité para la Libertad Religiosa, emitieron un comunicado saludando la decisión del Senado.
"El hecho de que hoy no se avance con esta medida extrema es un alivio tremendo. Debemos respetar y apoyar a las madres, sus hijos por nacer y las conciencias de todos los estadounidenses", respondieron los obispos tras la votación.
También señalaron que "la aprobación de la HR 3755 habría llevado a la pérdida de millones de vidas no nacidas y dejado a innumerables mujeres sufriendo el trauma físico y emocional del aborto".
"En lugar de brindar apoyo social y material integral para un embarazo desafiante, HR 3755 abandona a las mujeres y niñas necesitadas al ofrecer un aborto gratuito como la 'solución' a su dificultad. Las mujeres merecen algo mejor que esto", sostuvieron.
Finalmente, ambos líderes imploraron al Congreso "que promueva políticas que reconozcan el valor y la dignidad humana tanto de la madre como del niño".
El peligro de este proyecto de ley fue denunciado enérgicamente por el presidente y director ejecutivo de EWTN, Michael Warsaw.
Warsaw escribió en el National Catholic Register que "esta es la legislación sobre el aborto más extrema que jamás haya recibido una votación en el Senado de los Estados Unidos".
La votación del Senado se produjo cuando la Corte Suprema se prepara para emitir un fallo a finales de este año en Dobbs vs. Jackson Women's Health Organization, un caso que amenaza el fallo Roe vs. Wade, que legalizó el aborto en todo el país en 1973.
Los expertos en leyes afirman que el caso Dobbs vs Jackson presenta una oportunidad ideal para que la Corte Suprema reconsidere fallos previos que promovieron el aborto legal a nivel nacional.
Si la Corte Suprema no llegara a respaldar Roe vs. Wade cuando decide el caso Dobbs, el aborto podría dejarse en manos de los estados individuales. La WHPA amenazaba estas leyes estatales.