El Observatorio para la Libertad Religiosa y de Conciencia compartió recientemente el testimonio de Benjamín, un joven cristiano perseguido que huyó de Irán a Europa, y que revela el sufrimiento de los conversos en el país de mayoría islámica.
Benjamín, de 22 años, señaló que Irán "es una dictadura. Todo allí es dictatorial".
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"Cuando me convertí de musulmán a cristiano, cuando comprendí verdaderamente a Dios, la policía coránica de Irán hacía de mi vida un infierno. Si no te matan, te ponen multas y te obligan a pagar mucho dinero con multas y castigos. Si no las pagas, te meten en prisión y allí vuelven a hacer de tu vida un infierno, te pegan".
"No tienes vida solo porque cambiaste de religión", recordó.
El joven denunció que "en Irán la Biblia está prohibida. Si tienes una Biblia, y la policía coránica te la ve, te la quita".
"Irán es un país rico pero la gente no es feliz. Si yo volviese a Irán me matarían", indicó.
Un informe de 2021 de la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN) revela que más del 98% de los pobladores de la República Islámica de Irán son musulmanes. Los cristianos representan apenas el 0.7% de la población.
ACN señala en su documento que "la conversión desde el islam a cualquier otra religión no está prohibida explícitamente en la Constitución ni en el Código Penal, pero es difícil debido a las poderosas tradiciones musulmanas del país y al sistema legal basado en la ley islámica (sharía)".
"Las condenas para los casos de apostasía se basan en la sharía y las fetuas, y se puede castigar con la pena de muerte", indica el informe.
Benjamín aseguró que "yo no creo en el Islam porque es falso. Eso no es de Dios. Por eso me han denunciado muchas veces en Irán y me han perseguido".
"Y por eso me tuve que ir como refugiado a otro país, porque ya no podía seguir viviendo en Irán. Tuve que pagar mucho dinero en multas y hacían de mi vida allí un infierno", dijo.
El joven también recordó su proceso de conversión, que comenzó cuando vio en muchas películas "que se hablaba de Jesús y se le rezaba a él, no a Alá".
"Así, empecé a preguntarme quién era Jesús y quién era realmente Dios", señaló.
"Después, en el conservatorio de Teherán, donde tocaba el piano, mi profesora era cristiana. Vi una Biblia en el despacho de mi profesora y le dije que tenía una gran pregunta en mi cabeza, que necesitaba que me diese información sobre Jesús", indicó.
Benjamín señaló que al principio su profesora "no me dijo nada, porque en Irán, si la policía se entera de que un profesor está tratando sobre este tema, le detienen".
"Pero después ella entendió que yo tenía mucho amor hacia Jesús, y me enseñó todo sobre Jesús. Me dio una Biblia y cada día me enseñaba un poco más. Jesús vino directamente a mí", aseguró.
Luego, Benjamín señaló las dificultades que experimentó al compartir su conversión con su familia.
"Cuando dije en mi familia que era cristiano, fue una locura, muy estresante. Todo el mundo en mi familia se mofaba de mí. Me decían si era una broma, que Jesús no era el verdadero Dios. Yo respondía que no, que Jesús sí era el verdadero Dios", recordó.
"Mi familia se enfadó conmigo y dejó de hablarme. Hasta pasados uno o dos años, no volví a tener contacto con ellos", lamentó.
"Años antes, mi madre se había marchado a Inglaterra para buscar una nueva vida, y se había convertido al cristianismo, pero yo no lo sabía, me enteré cuando llegué a Europa. Entonces ya sabía que Jesús era el verdadero Dios", agregó.
Benjamín aseguró que "hay muchos cristianos en Irán, pero tienen miedo de decir que lo son, ya que si la policía les descubre les mata o les encarcela".
"He conocido muchos iraníes que se convirtieron una vez salieron del país, ya que en Irán hubieran tenido muchos problemas", dijo.
Benjamín pidió a los gobernantes europeos que "ayuden a los cristianos de países como Irán, Pakistán o Afganistán".
"Muchas personas están muriendo cada día por ser cristianos. La gente tiene que ser libre para vivir. Solo les pediría a los gobiernos que les ayuden", expresó.