Los obispos de la Iglesia Católica en Chile, Paraguay y Bolivia alentaron a los fieles a participar en la jornada de oración y ayuno por la paz en Ucrania, convocada por el Papa Francisco y que se realizará en el mundo el próximo 2 de marzo, Miércoles de Ceniza.
El llamado del Papa Francisco se realizó el 23 de febrero, un día antes de que Rusia iniciara una invasión a Ucrania.
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
Ucrania, ex república soviética ubicada en el este de Europa, busca ser admitida en la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) conformada por 29 países, entre ellos, Estados Unidos.
Rusia expresó su negativa ante la OTAN para que ni Ucrania, ni ningún otro territorio que hubiera formado parte del bloque soviético se una a la alianza occidental. Luego comenzó el despliegue militar.
"Los obispos de Chile compartimos la tristeza y preocupación por la situación de guerra que hoy afecta a Ucrania y que amenaza la paz de Europa y de toda la humanidad", expresaron desde el Episcopado en Chile.
En ese sentido, alentaron a los fieles a "intensificar nuestra oración y nuestras acciones en favor de la paz y la concordia".
"A los católicos les pedimos que en nuestros encuentros y Eucaristías de estos días, dirijamos a Dios una plegaria especial por la paz en Ucrania", agregaron los Obispos del Comité Permanente.
La oficina Provincial de Justicia, Paz e Integridad de la Creación de los Franciscanos en Chile, en conjunto con la Conferencia de Religiosas y Religiosos de Chile (Conferre), celebrará la oración a partir de las 8:00 a.m. en la Iglesia San Francisco en la capital.
Primero se celebrará la Santa Misa y luego, la Adoración al Santísimo Sacramento que será expuesto durante todo el día.
Después de la Misa de las 7:30 p.m. se realizará una velatón en la plazoleta exterior para manifestar públicamente el rechazo a la violencia y la guerra.
Fray Carlos Paz, Provincial de la Santísima Trinidad de Chile, expresó que unirse al llamado es "dar testimonio como consagrados y consagradas" y ser "testigos y promotores de la paz".
Además, alentó a las comunidades a animar la Adoración Eucarística y a los sacerdotes a participar en las Eucaristías programadas inscribiéndose AQUÍ.
Por su parte, el Episcopado en Paraguay manifestó su profundo dolor por "la muerte violenta y la angustia e incertidumbre en torno a muchas familias ucranianas y rusas".
"Es triste ver a tantos inocentes, entre ellos, madres, padres, hijos y abuelos que están desesperados y no saben qué hacer, ni adónde ir. Nos causa profundo dolor ver a poblaciones enteras que deben dejar sus tierras y huir con pánico por la confrontación bélica que puede ser evitado con el diálogo", agregó.
En ese sentido, los obispos paraguayos alentaron a creyentes y no creyentes a unirse en oración, "cada uno desde el lugar que nos corresponda, por la paz y por el cese del conflicto bélico desatado entre dos países hermanos, Rusia y Ucrania".
"Pidamos la paz y tranquilidad de todos, y en particular, de los más vulnerables: familias, niños y ancianos que se encuentran en la zona de conflicto".
Asimismo, pidieron al Señor que ilumine "a los líderes de países en disputa y logren zanjar sus diferencias a través de mecanismos democráticos, que comprometa el dialogo sincero, dejando de lado los intereses mezquinos".
"Ayuda a que la zona de conflicto sea un espacio de diálogo, armonía y de respeto, donde las heridas, los miedos y las divisiones sean superados y prospere la fraternidad humana. Virgen María, Reina de la Paz, pedimos tu maternal intercesión para que en Ucrania y el mundo entero reine la paz", expresaron.
De igual forma, la Conferencia Episcopal Boliviana sostuvo que "ninguna causa justifica la violencia que sólo genera muerte y sufrimiento. Sólo el diálogo es el camino para la solución de los conflictos y para vivir en paz".
En ese sentido, alentó a solidarizar "con las víctimas de este conflicto de muerte" a través del ayuno y la oración "para el cese de tales hostilidades".
"Que el Dios de la paz y no de la guerra, que es Padre de todos, que nos quiere hermanos y no enemigos, ilumine las conciencias de todos los que tienen responsabilidades políticas para frenar esta locura de la guerra", expresaron los obispos.