En una reciente entrevista, el nuevo Obispo de Orihuela-Alicante (España), Mons. José Ignacio Munilla, precisó que "se equivocan los que en nombre del pacifismo cristiano se escabullen de la batalla cultural".
Mons. Munilla inició su nueva misión como Obispo de Orihuela-Alicante el sábado 12 de febrero, tras gobernar pastoralmente durante poco más de 12 años la Diócesis de San Sebastián.
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Entrevistado por el periódico español El Debate, el ahora Obispo de Orihuela-Alicante indicó que "la batalla cultural no es otra cosa que perder miedo al diálogo y al debate respetuoso e incisivo, al mismo tiempo".
"Lo cierto es que el Evangelio nos dice que el Reino de Dios sufre violencia, al tiempo que nos anuncia las incomprensiones y persecuciones", señaló.
El Prelado español precisó que la batalla cultural "no es el antónimo del diálogo, sino de la pusilanimidad y/o el relativismo".
"Muy al contrario, el hecho de que la propuesta cristiana sea abiertamente contracultural en nuestro tiempo requiere del diálogo más que nunca".
"La razón última por la que los cristianos creemos en el diálogo es que creemos en la verdad, y que es ésta la que nos hace libres", señaló.
Mons. Munilla resaltó que "desde la cosmovisión cristiana, no somos nosotros los que poseemos la verdad, sino que estamos llamados a dejarnos poseer por la Verdad, conformándonos con ella y sirviéndola humildemente".
Además, subrayó que "la fe en la verdad no es motivo para hacernos soberbios, sino todo lo contrario, es la fuente de la humildad".
"Por tanto, al igual que hay que desligar el estilo dialógico de la tibieza y la mediocridad, también hay que hacer lo propio con la firmeza, la cual no tiene nada que ver con el sectarismo y la intolerancia", destacó.
La agresividad es inversamente proporcional a la veracidad. El que falta al respeto, no suele llevar la razón. pic.twitter.com/Y3MfJMNJ89
- Jose Ignacio Munilla (@ObispoMunilla) February 21, 2022
Abordar "con radicalidad" casos de abusos en la Iglesia
El Obispo de Orihuela-Alicante se pronunció también sobre la decisión de la Conferencia Episcopal Española (CEE) de establecer una auditoría jurídica independiente para los casos de abusos en la Iglesia Católica, luego de intentos políticos de crear una comisión parlamentaria al respecto.
El Prelado señaló que esta auditoría "responde a la necesidad de abordar con radicalidad la cuestión".
"Dicho esto, es obvio que la iniciativa de una comisión de investigación parlamentaria sobre abusos en la Iglesia –de muy dudosa legalidad– no nace precisamente del interés por las víctimas, como lo demuestra el hecho de que se renuncie a investigar el 99 % de los abusos sexuales a menores", señaló.
"Por este motivo, me pareció oportuno compartir en redes sociales la gráfica del estudio de la Fundación ANAR, en la que se recoge el dato de que el 0.2 % de los casos de abusos a menores acontecidos entre los años 2008 y 2019 en España han tenido a sacerdotes o a religiosos como autores. ¿Y qué pasa con los demás casos?", cuestionó.
"En cualquier caso, ¡nosotros a lo nuestro! ¡Abordemos con radicalidad los casos que han habido en el seno de la Iglesia Católica!", añadió.
Sobre el Sínodo: "La sinodalidad no está contrapuesta a la 'apostolicidad'"
Consultado sobre sus expectativas para el próximo Sínodo de los Obispos de 2023 sobre la Sinodalidad, Mons. Munilla dijo que "espero fundamentalmente tres cosas: En primer lugar, que sirva para conocernos mejor en el seno de la Iglesia, y así amarnos más, de forma que el amor fraterno nos haga creíbles ante el mundo".
"En segundo lugar, que entendamos que la sinodalidad no está contrapuesta a la 'apostolicidad', de forma que perdamos miedo al diálogo entre diferentes, al mismo tiempo que entendamos que la Iglesia no es una asamblea parlamentaria, ya que la fe es la acogida a la Revelación de Dios custodiada por el Magisterio de la Iglesia".
"Por último, en la línea de la carta del Papa Francisco a los obispos alemanes, centremos la reflexión sobre la sinodalidad en torno a las experiencias prácticas y reales de evangelización", añadió.
El Obispo español advirtió que "todo lo que no sea discernir sobre cómo ser más significativos y eficaces en la transmisión de la fe, corre el riesgo de ser expresión de ideologías o de reducirse a mera palabrería vacía".