El Obispo de San Cristóbal de las Casas, Mons. Felipe Arizmendi Esquivel, pidió al gobierno nacional buscar mecanismos para que se respeten los derechos de los miles de extranjeros que ingresan ilegalmente a México.
A pocos días de la trágica muerte de cinco guatemaltecos y dos salvadoreños cuando se hundió la lancha en la que viajaban ilegalmente a México, el Obispo señaló que es imposible detener la migración pero es urgente garantizar los derechos de los extranjeros aunque tengan situación de indocumentados.
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Mons. Arizmendi aclaró que los inmigrantes no son criminales, sino personas que huyen “por necesidad y hambre". "Eso es lo que el gobierno mexicano está exigiendo a Estados Unidos, que permita el paso libre a los mexicanos y que tengan contratos de trabajo legalmente reconocidos, para que así se respeten sus derechos laborales y sociales", añadió.
El Obispo adelantó que su diócesis tiene previsto crear una casa de apoyo para el inmigrante y anunció que del 17 al 20 de mayo próximo se realizará en San Cristóbal de las Casas un encuentro nacional de sacerdotes indígenas, para analizar causas y consecuencias de la migración.