El Papa Francisco se reunió con los miembros del Cuerpo de Alpinos italianos, una asociación que el Pontífice destacó como "ejemplo de responsabilidad civil y cristiana, de fraternidad y servicio".
Los militares de la Asociación italiana de alpinos se reunieron en una audiencia en el Vaticano con el Papa Francisco en la mañana del sábado 26 de febrero. El Pontífice destacó el gran servicio de estos militares, el cual definió como "una presencia fuerte y tierna y un testimonio del Evangelio".
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"Me gustaría animarlos a seguir así: anclados a las raíces, a la memoria, y al mismo tiempo 'unidos en cordada', dispuestos a ayudarse, para no ceder al cansancio y seguir juntos en la fidelidad a vuestros buenos compromisos y a la palabra dada".
Estas fueron las palabras del Santo Padre a los militares con motivo del 150º aniversario de la fundación de las "Plumas Negras", como también se conoce a la asociación italiana.
"¿Qué es lo que ha hecho que su Asociación no sea sólo una organización, sino una familia? Creo que puedo decir que el secreto está no sólo en los valores que los unen y el espíritu de equipo que los distingue, sino sobre todo en el vivo sentido del altruismo. No son soldados alpinos para ustedes, sino para los demás y con los demás", dijo a continuación el Papa Francisco.
En esta línea, el Papa destacó su capacidad de "ampliar la familia", ya que esta asociación colabora con los militares que sirven en el Ejército y también con diversas organizaciones benéficas.
"Hoy, en el asfixiante clima de individualismo que hace a muchos indiferentes, es necesario volver a empezar desde aquí, para redescubrir el entusiasmo por el cuidado de los demás. Es importante, es su testimonio: este testimonio es histórico y actual", señaló el Papa.
El Santo Padre explicó que "su contribución se dirige especialmente a las personas que se encuentran en situaciones de sufrimiento y de necesidad, para que no se sientan solas y marginadas. De este modo, traducen en hechos la fidelidad al Evangelio, que los impulsa a servir a sus hermanos, especialmente a los más desfavorecidos".
"Pienso en su presencia junto a las víctimas de terremoto y los afectados por las calamidades; en su apoyo a la construcción de infraestructuras para las personas frágiles; en su generosa disponibilidad durante la pandemia", dijo.
Recordando los 100 años de experiencia de la Asociación, el Papa subrayó que los Alpinos han estado al lado de los italianos en los más diversos escenarios.
"No se quedaron como espectadores en los momentos más difíciles, no, fueron y son valientes protagonistas del tiempo en que viven. Esta concreción en el servicio, alma de su asociación, es el Evangelio puesto en práctica", señaló.
"No es casualidad que se enorgullezcan de contar con cuatro beatos que encarnaron el mensaje de Jesús hasta el heroísmo y la entrega: Don Carlo Gnocchi, Don Secondo Pollo, Teresio Olivelli y el hermano Luigi Bordino", agregó.
"Manténganse firmemente unidos a estas fuertes raíces", les pidió a continuación el Santo Padre, "para que su ejemplo de fraternidad y servicio no se pierda en la sociedad".
El Papa Francisco destacó que se trata de "un ejemplo de responsabilidad civil y cristiana. Hoy en día sigue habiendo una gran necesidad de esto".
"Ustedes son expertos en hospitales de campaña. Saben que no basta con montar tiendas; estas se necesitan, por supuesto, pero también se necesita, sobre todo, calor humano, una presencia al lado, una presencia tierna".
"Que puedan ofrecer esta presencia, yo diría paternal, cercana a los más débiles, en los que Jesús está presente, como nos los dijo: 'Todo lo que hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí me lo hicisteis'", expresó.
"Querido Alpinos, ¡adelante! Siempre en camino, custodiando y aumentando su patrimonio de fraternidad y servicio, para que la Asociación Nacional Alpina siga siendo una gran familia, unida y dedicada al bien de los demás. Que la Virgen, venerada en tantas capillas y santuarios repartidos por las montañas, los acompañe siempre", concluyó el Santo Padre.