Catholic Relief Services (CRS), organización de caridad creada por los Obispos de Estados Unidos, advirtió de la grave situación humanitaria que vive Ucrania en medio de la invasión de Rusia, pues podría verse "un sufrimiento a una escala que no hemos visto en la historia reciente de Europa".

La agencia caritativa católica señaló que "la situación es seria desde el punto de vista humanitario por varias razones", entre ellas que "el tamaño de la población es grande. Ucrania tiene más de 40 millones de habitantes. Por lo tanto, la magnitud de la población civil en riesgo es altísima".

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Además, "la invasión está avanzando por varios puntos del país, lo cual obliga a la población civil a huir desde distintos puntos en busca de protección".

"Se verán desplazamientos hacia varios países vecinos, incluyendo Polonia, Rumania y Moldavia", indicó.

CRS advirtió también que "la invasión la está realizando el ejército de una superpotencia militar, con una capacidad de daño y destrucción enorme. Puede haber muchos daños a instalaciones de salud e infraestructura vital para la población".

Otro factor crítico es el invierno, señaló, pues "el desplazamiento de familias va a ocurrir bajo temperaturas gélidas que son un gran riesgo para sus vidas".

La organización católica indicó que "a medida que empiezan a haber familias desplazadas por los recientes ataques en Ucrania, Catholic Relief Services está ayudando a los equipos de Cáritas Ucrania a prepararse para responder a las necesidades humanitarias en todo el país, incluyendo ayuda para la evacuación de civiles, alimentos y albergues".

"CRS y otras agencias de la Iglesia Católica en la región se están preparando para recibir

refugiados ucranianos huyendo a países vecinos como Moldavia, Rumania, Eslovaquia y

Polonia", dijo.

Las tensiones entre Ucrania y Rusia han escalado desde marzo de 2021, con un creciente despliegue de armamento y tropas rusas en la frontera de ambos países.

Vladimir Putin, presidente de Rusia, ha justificado la escalada militar en una supuesta preocupación de que Ucrania se sume a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), una alianza militar encabezada por Estados Unidos cuyo origen se remonta a los años de la Guerra Fría.

El 21 de febrero, Vladimir Putin reconoció oficialmente a dos regiones de Ucrania, Donetsk y Lugansk, como estados independientes, y desplegó tropas rusas para asegurar su separación del país. Tres días después, Rusia comenzó a invadir Ucrania.

Las tropas rusas tomaron posesión de la zona de la antigua planta nuclear de Chernóbil el 24 de febrero y se acercan a la capital de Ucrania, Kiev.

Tras la ofensiva rusa, Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, Australia y Japón anunciaron sanciones económicas y comerciales contra Rusia.

Entre los primeros esfuerzos y planes de ayuda, indicó Catholic Relief Services, se encuentra la necesidad de implementar "cocinas de campaña para proveer alimentos" y "servicios de información y recepción de refugiados en estaciones de tren y otros lugares de tránsito".

En estas instalaciones, destacó, se puede "proporcionar información, referencias, alimentos, agua, artículos de higiene y atención psicosocial".

También es necesario brindar "transporte para familias que se están desplazando a los hogares de amigos, familias y servicios sociales locales".

Además, son necesarios "centros de evacuación que brindan refugio, alimentación y apoyo psicosocial para familias desplazadas", así como desplegar un trabajo de "evacuación de niños vulnerables de centros en áreas de conflicto a zonas seguras".

CRS también ha lanzado una campaña de donativos para la ayuda en Ucrania. Si desea colaborar, puede ingresar a https://support.crs.org/dona/ucrania-emergencia