En un mensaje publicado el 24 de febrero, los obispos católicos de cinco diócesis de Rusia advirtieron a los líderes "que tendrán que dar estricta cuenta de las acciones militares que han tomado" y pidieron que detengan el conflicto en Ucrania.
"El curso de los siglos venideros depende en gran medida de sus decisiones actuales", advirtieron los obispos, haciendo referencia a Lumen gentium, la Constitución Dogmática sobre la Iglesia del Concilio Vaticano II.
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"Hacemos un llamamiento a todos los políticos de los que depende esta decisión para que hagan todo lo posible por poner fin a este conflicto", añadieron.
"Nosotros, como todos ustedes, estamos profundamente conmocionados porque, a pesar de los grandes esfuerzos de reconciliación, el conflicto político entre Rusia y Ucrania se ha convertido en una confrontación armada", explicaron los obispos al clero y a los laicos de Rusia.
Asimismo, señalaron que "este enfrentamiento trae muerte y destrucción y amenaza la seguridad del mundo entero" y recordaron que los pueblos de Ucrania y Rusia estaban unidos no sólo por una historia compartida, "sino también por el enorme sufrimiento que ha caído sobre nosotros en el pasado a causa de la locura de la guerra".
"Nuestros pueblos merecen la paz", dijeron los obispos, "no sólo la ausencia de guerra, sino el tipo de paz que consiste en una firme determinación de respetar a otras personas, a otros pueblos, y su dignidad".
Desde la Conferencia Episcopal de Rusia, pidieron a los católicos rusos que intensifiquen las oraciones y el ayuno por la preservación de las vidas humanas, especialmente el 2 de marzo, Miércoles de Ceniza, en respuesta al llamamiento del Papa Francisco a los fieles de todo el mundo.
También pidieron a los sacerdotes que ofrezcan Misas por la intención de la paz y la justicia. "Dios es un Dios de paz y no de guerra, el Padre de todos y no sólo de algunos, y quiere que seamos hermanos y no enemigos", dijeron los obispos, citando al Papa Francisco.
"Y también hacemos un llamamiento a todas las personas, especialmente a los hermanos cristianos, para que enfrenten la mentira y el odio, y sean fuente de reconciliación, no de multiplicación del odio y la violencia", concluyeron.
Según las cifras de 2017, hay menos de 800 mil católicos en Rusia, que comprenden aproximadamente el 0,5% de los 144 millones de habitantes, que son predominantemente ortodoxos rusos.
El país cuenta con una conferencia de obispos católicos desde 1999. El Arzobispo Paolo Pezzi, líder de la Archidiócesis de la Madre de Dios en Moscú, es el presidente del Episcopado.
Traducido y adaptado por Almudena Martínez-Bordiú. Publicado originalmente en CNA.