La Conferencia Episcopal de Alemania y las diócesis buscan en sus anuncios de empleo trabajadores que se identifican como hombres, mujeres o "diversos": m/f/d, por "männlich/weiblich/divers".
Los obispos alemanes se someten así a una normativa en vigor en el país desde el 1 de enero 2019 que obliga a los empleadores a ser "inclusivos" en sus anuncios de búsqueda de personal.
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Como un ejemplo reciente, el 9 de febrero de este año, la Arquidiócesis de Múnich, gobernada pastoralmente por el Cardenal Reinhard Marx, anunció que busca un "trabajador comunitario (m/f/d) para la comunidad de habla hispana en Múnich.
Esta persona, que podría ser un transexual, tendría entre sus "principales tareas" el "apoyo pastoral y espiritual para individuos y grupos en varias situaciones y etapas de vida".
También tendría que hacerse cargo de "servicios pastorales básicos de la iglesia", como "visitas a familias, visitas a enfermos, asistencia social".
Entre otras funciones que podrían recaer sobre una persona que se identifique como "diversa" en la Arquidiócesis del Cardenal Marx están "el trabajo con los jóvenes" y la "preparación para recibir los sacramentos".
Según cifras oficiales, la Misión Católica de Lengua Española congrega a más de 15 mil fieles en Múnich, aunque algunos estiman que el número real de integrantes podría duplicar esa cifra.
El Cardenal Marx fue presidente de la Conferencia Episcopal Alemana entre 2014 y 2020, y es actualmente integrante del Consejo de Cardenales que asesora al Papa Francisco en la reforma de la Curia.
La propia Conferencia Episcopal consideró la contratación de una persona de sexualidad "diversa" como su secretario general, en un anuncio realizado en agosto de 2020, para suceder al sacerdote jesuita Hans Langendörfer.
Finalmente fue designada como secretaria general de la Conferencia Episcopal Alemana la teóloga Beate Gilles.
En un artículo publicado originalmente en la agencia católica alemana KNA, y republicado en el sitio web de la Conferencia Episcopal Alemana, se admite el riesgo de que la Iglesia en el país admita la norma de implementar la casilla de "diverso" en documentos eclesiales como la partida de Bautismo; sin embargo, añade que "para el bautismo, la sección diverso no es básicamente un obstáculo" porque "la Iglesia siempre ha sido generosa".
Más adelante, el artículo indica que en los contratos de trabajo, "según los expertos", no sería "decisivo el género, sino el trabajo adecuado y el cumplimiento de los deberes de lealtad de la Iglesia".
El texto luego admite que podrían "surgir problemas" cuando las personas que se identifican como sexualmente "diversas" deseen casarse, contraviniendo la enseñanza de la Iglesia Católica sobre el matrimonio.
Aunque no se han anunciado puestos de trabajo "m/f/d" para sacerdotes, en el polémico Camino Sinodal organizado por la Iglesia en Alemania ya participa una joven que se identifica como "no binaria", es decir ni como hombre ni como mujer: Mara Klein.
El Camino Sinodal es un controvertido proceso de varios años que reúne a obispos y laicos de Alemania para discutir la forma en que se ejerce el poder en la Iglesia, la moralidad sexual, el sacerdocio y el papel de la mujer.
En enero de este año, un grupo de sacerdotes, laicos y trabajadores de diversas instancias de la Iglesia en Alemania lanzaron la campaña progay "#OutInChurch-Por una iglesia sin miedo"-, para exigir que se revisen y modifiquen lo que consideran enseñanzas "difamadoras y obsoletas" de la doctrina católica.
Además, exigieron que se permitan bendiciones y "acceso a los sacramentos" para las parejas homosexuales.
La campaña recibió el apoyo de varios obispos alemanes.
Lo que enseña la Iglesia sobre la homosexualidad
La enseñanza católica sobre la homosexualidad está resumida en tres artículos del Catecismo de la Iglesia Católica: 2357, 2358 y 2359.
En estos artículos la Iglesia enseña que los homosexuales "deben ser acogidos con respeto, compasión y delicadeza. Se evitará, respecto a ellos, todo signo de discriminación injusta".
La homosexualidad como tendencia es "objetivamente desordenada" y "constituye para la mayoría de ellos (los homosexuales) una auténtica prueba".
Apoyado en la Sagrada Escritura, la Tradición ha enseñado siempre que "los actos homosexuales son intrínsecamente desordenados", "no proceden de una verdadera complementariedad afectiva y sexual" y por tanto "no pueden recibir aprobación en ningún caso".
"Las personas homosexuales están llamadas a la castidad" y "mediante el apoyo de una amistad desinteresada, de la oración y la gracia sacramental, pueden y deben acercarse gradual y resueltamente a la perfección cristiana".