La Conferencia Episcopal Argentina (CEA) expresó "profundo gozo" y renovó su "fervorosa oración" tras la promulgación del decreto que reconoció las virtudes heroicas del Siervo de Dios argentino, Cardenal Eduardo Francisco Pironio.
"Es un profundo gozo que una figura tan importante en la vida de la Iglesia, y que fue parte de este Episcopado, sea propuesto hoy como ejemplo de vida cristiana y sacerdotal y fuente de inspiración para nuestra caridad pastoral de obispos y sacerdotes, a través del reconocimiento que se ha manifestado de su vida y testimonio", señalaron los obispos en un comunicado emitido el 18 de febrero.
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Agregaron que, "al mismo tiempo que recibimos esta noticia que nos colma de alegría, renovamos nuestra fervorosa oración para que prontamente el querido Cardenal Pironio pueda ser beatificado".
"A los pies de la Virgen de Luján, confiamos este momento que nos llena de esperanza y que sin dudas será para Gloria de Dios y bien de nuestro Pueblo", concluyeron los obispos.
La Acción Católica Argentina se unió a la Iglesia argentina para celebrar con "inmensa alegría" la noticia.
En una carta del 18 de febrero, señaló que "el hoy venerable Cardenal Eduardo Francisco Pironio, el padre Eduardo, asesor general de la Acción Católica en nuestra patria, en años difíciles de la década del 70, dejó una huella que aún hoy nos inspira y nos invita a vivir desde nuestra vida laical, el profundo compromiso con el 'misterio de comunión misionera', en las claves del Concilio Vaticano II, desde la espiritualidad de la cruz, el servicio, la alegría y la esperanza, vividas en la normalidad de la vida temporal, en la Iglesia en salida, fraterna y cuidadora de los pobres y la casa común que el Papa Francisco nos propone".
"Su calidez humana, sus escritos profundos y a la vez sencillos, su sonrisa que nos acompaña desde su estampa, los testimonios de quienes lo tuvieron cerca y sus escritos, son inspiración constante y fuente de consulta permanente para el discernimiento 'de nuestra hora'. Su legado, una invitación a 'pasar la antorcha de la esperanza' a la juventud a la que tanto quiso", añadió Acción Católica Argentina.
El Cardenal Eduardo Francisco Pironio (1920-1998) fue miembro de la Curia romana durante dos décadas. Fue llevado a Roma en 1975 por el Papa Pablo VI y participó en los cónclaves que eligieron a Juan Pablo I y Juan Pablo II en 1978.
El Papa Francisco, conocido como Jorge Mario Bergoglio antes de convertirse en Papa, ha señalado que Pironio era su amigo cuando ambos vivían en Argentina. El futuro Papa incluso escuchó la confesión de Pironio en un momento.
"Conozco bien a Pironio desde que fue obispo auxiliar de La Plata. Siempre que hablabas con él… te abría un panorama de santidad desde su profunda humildad", dijo en una entrevista del 2008.
La figura del Cardenal Pironio fue siempre muy apreciada por la Iglesia en Argentina, debido a su espiritualidad, su compromiso y su afabilidad de la mano de un cierto carisma y una trayectoria eclesial sobresaliente.