Al finalizar la oración del Regina Caeli en la Plaza San Pedro este domingo, el Papa Juan Pablo II lanzó un directo llamado a los captores de los rehenes en Irak, solicitando el gesto humanitario de su liberación.
Concluida la oración mariana, el Papa reveló que “sigo con gran tristeza las noticias trágicas que llegan de Tierra Santa y de Irak. ¡Que cese el derramamiento de sangre del hermano! Tales actos inhumanos son contrarios al deseo de Dios”.
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El Pontífice se manifestó “especialmente cercano con el pensamiento y la oración de las familias que temen por la suerte de sus seres queridos, especialmente de cuantos han sido tomados como rehenes”.
entreguen a sus familias a las personas que están en sus manos