Dos meses después de que el Papa Francisco aceptó su renuncia al cargo de Arzobispo de París, Mons. Michel Aupetit dio a conocer que el Santo Padre le pidió seguir como miembro de la Congregación para los Obispos en el Vaticano.
"Tuve la oportunidad de ser recibido por el Santo Padre esta semana. Hemos podido tener un intercambio cálido y hemos podido abordar diversos temas", dijo el Prelado de 70 años a Vatican News en francés el 5 de febrero.
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"Al principio, el Papa Francisco me ha renovado su apoyo luego de mi renuncia como Arzobispo de París. Ha repetido que me considera víctima de la hipocresía y del clericalismo", indicó el Prelado.
"También me ha manifestado su confianza al pedirme que me mantenga en la Congregación romana para los Obispos, en la que como sabe, ya hago parte, y a la que vengo cada día 15", dijo.
La Congregación para los Obispos en el Vaticano es la que tiene a su cargo la selección de los nuevos obispos en todo el mundo, antes de ser aprobados por el Papa, quien tiene la decisión final.
Este dicasterio también tiene a su cargo organizar las visitas ad limina que los obispos realizan cada cinco años al Vaticano para informar sobre sus respectivas diócesis.
Mons. Aupetit también dijo a Vatican News en francés que conversó con el Santo Padre "ampliamente sobre la situación de la Iglesia en Francia que inquieta al Papa y la de la Diócesis de París, además de mis proyectos, porque tengo varios para acompañar las numerosas iniciativas de los jóvenes laicos al servicio de los más pobres y de la misión de evangelización, temas que tocan bastante al Papa".
Mons. Aupetit puso su cargo a disposición del Santo Padre a finales de noviembre de 2021, luego que se conociera una relación de carácter "ambiguo" con una mujer en 2012.
Tras aceptar su renuncia, el Papa Francisco explicó el 6 de diciembre las razones de su decisión.
En la rueda de prensa del vuelo de Atenas a Roma, luego de su viaje pastoral a Chipre y Grecia, el Papa dijo: "Me pregunto ¿qué hizo Aupetit que fuera tan grave como para tener que dimitir? ¿Qué hizo? Que alguno me responda", a lo que la periodista que lo cuestionó al respecto contestó "no lo sé".
"Si no conocemos la acusación, no podemos condenar. ¿Cuál era la acusación? ¿Quién la sabe? Es feo ¿eh?", preguntó el Pontífice.
"Antes de contestar, yo diré: hagan la investigación porque existe el peligro de decir: fue condenado, ¿pero quién lo condenó? La opinión pública, las habladurías. ¿Pero qué hizo? No lo sabemos. Si ustedes saben por qué, díganlo, por el contrario, yo no puedo responder", dijo el Papa Francisco.
"Ustedes sabrán por qué, porque fue una falta de él, una falta contra al sexto mandamiento (No cometerás actos impuros), no total, sino pequeñas caricias, de masajes que dio a su secretaria, esa es la acusación", explicó Francisco.
"Cuando las habladurías crecen, crecen, aquel hombre no podrá gobernar, porque le quita la fama, no por su pecado, que es pecado, como el de Pedro, como el mío, como el tuyo, es pecado. Pero por las habladurías de las personas responsables de contar el asunto".
"A un hombre que le han quitado la fama así públicamente, no puede gobernar, y esto es una injusticia y por eso acepté la renuncia de Aupetit, no en el altar de la verdad, sino en el altar de la hipocresía", concluyó entonces el Papa.