En una enérgica columna editorial publicada en le semanario Arquidiocesano “Denver Catholic Register”, el Arzobispo de Denver, Charles Chaput, señaló que el político católico debe actuar como tal y el votante católico debe elegir como tal.
En la columna titulada “Cómo distinguir un pato de un zorro”, que ha causado amplio debate entre numerosos candidatos para las elecciones presidenciales y del congreso del próximo mes de noviembre, Mons. Chaput recuerda el dicho popular norteamericano de “si hace ‘cuac’, luce como pato y camina como pato, probablemente sea un pato. Un zorro puede repetir todo el día que es un pato. Pero sigue siendo un zorro’”.
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En la nota, el Prelado señala que, siguiendo el lamentable ejemplo del primer presidente católico de Estados Unidos, John F. Kennedy “quien simplemente escondió su fe en el closet”, “hoy contamos con senadores católicos que orgullosamente se jactan de defender leyes que amenazan y destruyen la vida – pero que luego van y reciben la comunión”.
“Una benévola explicación para este tipo de comportamiento –agrega el Arzobispo- es que muchos candidatos católicos no conocen su propia fe”.
Sin embargo, “si nuestra fe no modela nuestras acciones y decisiones públicas, se trata sólo de una ilusión piadosa. La fe privada, si es genuina, siempre se convierte en testimonio público – también en testimonio político”.
Mons. Chaput argumenta que defender “una definición pluralista de la tolerancia no pueden nunca excusar la inacción frente al grave mal – incluyendo los ataques contra la santidad de la vida”.; por ello “los legisladores católicos que no buscan vigorosamente proteger la dignidad y la santidad de la vida humana desde la concepción hasta la muerte natural, no están sirviendo a la democracia. La están traicionando”.
No todo es igual
El Arzobispo señala que “los católicos tienen el deber de trabajar incesantemente a favor de la dignidad humana en todas las etapas de la vida, y de demandar lo mismo de sus representantes. Pero algunos temas son cruciales. Algunos temas son prioritarios. Aborto, leyes migratorias, comercio internacional, pena de muerte, y vivienda y cuidado a los pobres son todos temas de una importancia vital. Pero por mucho que se calcule, no puede igualárseles en gravedad”.
“El derecho a la vida está primero. Precede y subyace todo tema social o grupo de temas. Es por ello que el Beato Papa Juan XXIII lo consideró el primer derecho humano en su gran Encíclica sobre la paz en el mundo, Pacem in Terris”, agregó el Prelado.
“Los candidatos que dicen ser ‘católicos’ pero que ignoran públicamente las enseñazas católicas respecto de la santidad de la vida humana, ofrecen una testimonio público deshonesto. Intentarán parecer católicos y sonar católicos, pero si es que no actúan como católicos en su vida pública y opciones políticas, en realidad estamos ante una distinta clase de criaturas” dice finalmente el Prelado de Denver, y concluye: “Los católicos de verdad deberían votar consecuentemente.”