El sacerdote cubano Alberto Reyes Pías hizo un llamado a rezar por Cuba, "donde a veces da la sensación que se ha ensañado el mal", por los encarcelados injustamente y por la conversión de quienes están "sirviendo al mal".
Al presidir la Santa Misa en el Santuario Nacional de Nuestra Señor de la Caridad en Miami (Estados Unidos), el 5 de febrero, el sacerdote de la Arquidiócesis cubana de Camagüey que visita por estos días a los fieles en el estado de Florida, alentó a la oración por la isla, pues "a veces es una sensación de impotencia, de decir ¿hasta cuándo? Pero Dios sabe. A nosotros nos toca rezar".
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La Santa Misa en el santuario, conocido como la Ermita de la Caridad y considerado "casa de todos los cubanos" en el exilio, se celebró en honor a la Virgen de la Candelaria, patrona de Camagüey.
En su homilía, el P. Reyes Pías dijo que "es necesario rezar por todo lo que sabemos que está ocurriendo en nuestra Patria", pues "en este momento, tal vez lo más duro, lo más difícil, lo más doloroso, es todas esas personas que están siendo condenadas a años de cárcel por el simple hecho de haber salido a las calles a decir 'quiero una vida diferente'".
El 11 de julio, tras más de seis décadas de opresión de la dictadura comunista implantada por Fidel Castro en Cuba, multitudes de cubanos salieron a manifestarse en las calles de todo el país, exigiendo un cambio de régimen.
El actual presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, respondió a las manifestaciones con una violenta represión, golpeando brutalmente a los manifestantes y realizando arrestos de presos políticos.
El sacerdote cubano pidió también a los católicos "rezar para que toda esa gente que, por los motivos que sea, está sirviendo al mal, está ayudando al mal, se está comprometiendo con el mal, se den cuenta de que se están destruyendo a ellos mismos, porque todo mal es una auto-agresión".
"Y cuando yo sirvo al mal, en el fondo me auto-agredo, me auto-destruyo, y no soy feliz", dijo.
"Hay que rezar por las personas que están siendo condenadas, pero hay que rezar por todas esas personas que están permitiendo todo esto, porque necesitan comprender que ese no es el camino del encuentro con lo que son y con el que los creó", expresó.
El P. Reyes Pías resaltó en su homilía que "hacer el bien, vivir en el bien, no es una ley, no es una norma, no es un mandato, es la respuesta a nuestra identidad".
"Cuando hacemos el bien nos sentimos en armonía, porque cuando hacemos el bien estamos conectándonos con lo que somos. Y esto nos permite conectarnos con Dios y con los demás", señaló.
"El mal, aunque sea querido, aunque sea deseado, aunque sea buscado, nos rompe, porque va en contra de lo que somos", advirtió.
Hacer el bien, continuó, "es la vida del que ha acogido a Cristo".
"Cuando hacemos el bien en casa no es para cuidar a nuestros hijos, no es para no molestar a nuestros padres, no es para ser cooperativos con el esposo, con la esposa, es para vivir lo que somos", señaló.