El Papa Francisco destacó con conmoción dos testimonios positivos en medio de tantas "malas noticias".
"Estamos acostumbrados a ver, a leer en los medios de comunicación muchas cosas malas, malas noticias, accidentes, asesinatos... tantas cosas. Pero me gustaría mencionar dos cosas buenas hoy", dijo el Papa al concluir el rezo del Ángelus este 6 de febrero ante numerosos fieles reunidos en la Plaza San Pedro.
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
En primer lugar, el Santo Padre señaló el ejemplo en Marruecos de un numeroso grupo de personas que unió esfuerzos para rescatar a un niño de 5 años, el pequeño Rayan, quien cayó en un pozo de 32 metros y permaneció atrapado allí durante cuatro días.
El Papa agradeció el testimonio de "cómo todo un pueblo se unió para salvar a Rayan. Estaba toda la gente que estaba allí, trabajando para salvar a un niño. Se esforzaron mucho".
Sin embargo, el Santo Padre lamentó que desgraciadamente el niño falleció poco después de que lo sacaron del pozo.
Luego, el Papa relató otra historia que ocurrió en Italia y que "no aparecerá en el periódico". El testimonio que relató se trató de John, un joven de 25 años procedente de Ghana que trabajaba en una región del norte italiano hasta que se enfermó gravemente.
"Un emigrante, que sufrió todo lo que sufren tantos emigrantes para llegar hasta aquí, y que finalmente se instaló en Monferrato, empezó a trabajar, haciendo su futuro, en una bodega de vinos.
El Santo Padre describió este joven se enfermó de "un terrible cáncer y que se está muriendo" pero añadió que cuando le dijeron que el diagnóstico y le preguntaron qué quería hacer y él respondió: 'Ir a casa y abrazar a mi padre antes de morir'. Muriendo, pensó en su padre".
Después, el Papa relató conmovido que cuando la gente conoció su historia en ese pueblo de Monferrato se reunieron para hacer una colecta, lo medicaron y lo enviaron en avión con un amigo para que "muriera en los brazos de su padre".
"Esto nos muestra que hoy, en medio de tantas malas noticias, hay cosas buenas, hay 'santos de la puerta de al lado'. Gracias por estos dos testimonios que nos hacen bien", concluyó el Santo Padre.