El Obispo de Ventimiglia – San Remo (Italia), Mons. Antonio Suetta, condenó la "profanación de los signos sagrados de la fe católica" que ocurrió recientemente en el festival musical 'San Remo' y alentó a los católicos a "reparar con la oración, dar buen testimonio de vida y denunciar con valentía".
El Prelado se refirió a la actuación de un joven cantante -Achille Lauro- quien concluyó su interpretación con un supuesto "auto bautismo".
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
"Creo que es oportuno instar a las conciencias a una seria reflexión y a los creyentes al deber de reparación en la oración, en el buen testimonio de vida y en la denuncia valiente", indicó Mons. Suetta.
El Obispo describió que se trató de una "penosa actuación" porque el cantante "volvió a burlarse y profanar los signos sagrados de la fe católica al evocar el gesto del bautismo en un contexto insultante y profanador".
Además, el Prelado lamentó que, desde hace tiempo, por desgracia "el mundo del espectáculo, incluido el servicio público", está tomando un feo giro y reconoció que no sorprende "que la pobreza artística dramática recurra constantemente a medios improvisados para que se hable del personaje y del espectáculo en su conjunto".
En esta línea, Mons. Antonio Suetta relató que estuvo "indeciso sobre si intervenir o no" ante la ofensa. "Al principio pensé que sería conveniente no dar más pruebas a tan indecorosa masacre, pero luego me pareció más necesario dar voz a tantas personas creyentes, humildes y buenas, ofendidas en sus valores más preciados para protestar contra los continuos e innobles ataques a la fe".
"Me pareció importante y urgente frenar la grave deriva educativa que amenaza a los más jóvenes en particular con la exhibición de modelos inadecuados", afirmó el Obispo.
En este sentido, el Purpurado describió que "la canción presentada, ya en su título -Domingo- y en el contexto de un coro de góspel, aludía al día del Señor, celebrado por los cristianos como el día de la fe y de la resurrección, situándola en un contexto de palabras, actitudes y gestos que no sólo son ofensivos para la religión, sino aún más para la dignidad humana".
Por ello, Mons. Suetta subrayó su "deber de denunciar una vez más cómo el servicio público no puede ni debe permitir situaciones de este tipo, con la esperanza de que alguien intervenga a nivel institucional".
"Me siento en el deber de decir claramente que uno no puede declararse creyente católico y luego avalar y organizar tales actuaciones", indicó.
Luego, el Prelado afirmó "estoy convencido de que debo cumplir con mi deber de pastor para que el pueblo cristiano, confiado también a mi cuidado, no sufra el escándalo de un silencio interpretado como indiferencia o, peor aún, como beneplácito".
El presentador y comediante italiano Fiorello bromeó en la misma transmisión sobre el espectáculo del joven cantante diciendo que le gustaría conocer qué calificación daría L'Osservatore Romano.
Respuesta del Vaticano
Por su parte, el director del diario L'Osservatore Romano, Andrea Monda, respondió brevemente con un artículo titulado "Transgresiones en San Remo" al comediante sobre la actuación del joven cantante aclarando que: "Sanremo es Sanremo. L'Osservatore es L'Osservatore".
"En este caso se limita a observar que, queriendo ser transgresor a toda costa, el cantante se ha referido a la imaginería católica. No hay nada nuevo. Nunca ha habido un mensaje más transgresor en la historia que el del Evangelio", escribió Monda.
Finalmente, el director del diario de la Santa Sede añadió que "desde este punto de vista, difícilmente olvidaremos la recitación del Padre Nuestro, de rodillas, por un gran artista de rock como David Bowie" y concluyó: "Ya no existen los transgresores del pasado".