Andrea Tornielli, director editorial del Dicasterio para la Comunicación en el Vaticano, recordó este 26 de enero el gran trabajo que hizo Benedicto XVI en la lucha contra los abusos sexuales en la Iglesia Católica, y pidió no buscar "chivos expiatorios fáciles" ni realizar "juicios sumarios", en el marco de recientes denuncias de encubrimiento contra el hoy Papa Emérito.
En un editorial publicado en L'Osservatore Romano, periódico oficial del Vaticano, y en Vatican News, Tornielli se pronunció sobre el informe de más de mil páginas preparado por la firma legal Westpfahl Spilker Wastl para la Arquidiócesis de Múnich (Alemania), publicado oficialmente el 20 de enero de este año, en el que se incluye una acusación contra Benedicto XVI por supuesto mal manejo de cuatro casos de abusos sexuales cuando era Arzobispo de Múnich, a fines de la década de 1970 e inicios de la década de 1980.
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Benedicto XVI ha negado enfáticamente las acusaciones de encubrimiento, y envió a los investigadores un documento de 82 páginas con sus observaciones al informe.
Tornielli señaló en su texto que "las palabras utilizadas durante la conferencia de prensa para presentar el informe sobre los abusos en la diócesis de Múnich, así como las setenta y dos páginas del documento dedicado al breve episcopado bávaro del Cardenal Joseph Ratzinger, han llenado las páginas de los periódicos en la última semana y han provocado algunos comentarios muy fuertes".
"El Papa emérito, con la ayuda de sus colaboradores, no eludió las preguntas del estudio de abogados encargado por la diócesis de Múnich de elaborar un informe que examina un período muy largo, desde el episcopado del Cardenal Michael von Faulhaber hasta el del actual Cardenal Reinhard Marx. Benedicto XVI respondió con 82 páginas, tras haber podido examinar parte de la documentación en los archivos diocesanos", destacó.
"Como era previsible, han sido los cuatro años y medio de Ratzinger al frente de la diócesis bávara los que acapararon la atención de los comentarios", añadió.
El Director Editorial del Vaticano precisó que "algunas acusaciones" contra el Papa Emérito "ya se conocían desde hace más de diez años y ya habían sido publicadas por importantes medios de comunicación internacionales".
"Son cuatro los casos imputados actualmente contra Ratzinger, y su secretario particular, Monseñor Georg Gänswein, ha anunciado que el Papa emérito emitirá una declaración detallada cuando haya terminado de examinar el informe".
"Mientras tanto", dijo Tornielli, "se puede replicar con fuerza la condena de estos crímenes, siempre reiterada por Benedicto XVI, y se puede volver a lo que se ha hecho en los últimos años en la Iglesia desde su pontificado".
El Director Editorial del Vaticano indicó que "no hay que olvidar que Ratzinger, como Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe ya había combatido el fenómeno en la última fase del pontificado de San Juan Pablo II, con el que había sido un estrecho colaborador".
"Una vez convertido en Papa, promulgó normas durísimas contra los clérigos abusadores, verdaderas leyes especiales para combatir la pederastia", recordó.
"Además, Benedicto XVI dio testimonio, con su ejemplo concreto, de la urgencia del cambio de mentalidad tan importante para combatir el fenómeno de los abusos: escuchar y estar cerca de las víctimas a las que siempre hay que pedir perdón", señaló.
Más adelante, Tornielli recordó que "fue el propio Joseph Ratzinger el primer Papa que se reunió con las víctimas de abusos varias veces durante sus Viajes Apostólicos".
"Fue Benedicto XVI, incluso en contra de la opinión de muchos autodenominados 'Ratzingeristas', quien, en medio de la tormenta de escándalos en Irlanda y Alemania, propuso el rostro de una Iglesia penitente, que se humilla pidiendo perdón, que siente consternación, remordimiento, dolor, compasión y cercanía".
Tornielli destacó además que las palabras de Benedicto XVI de condena contra los abusos sexuales en la Iglesia han sido acompañadas "de hechos concretos en la lucha contra la lacra de la pederastia clerical. Todo esto no puede olvidarse ni borrarse".
El Director Editorial del Vaticano precisó que "las reconstrucciones contenidas en el informe de Múnich, que -hay que recordar- no es una investigación judicial ni una sentencia definitiva, ayudarán a combatir la pederastia en la Iglesia si no se reducen a la búsqueda de chivos expiatorios fáciles y a juicios sumarios".
"Sólo evitando estos riesgos podrán contribuir a la búsqueda de la justicia en la verdad y a un examen de conciencia colectivo sobre los errores del pasado", concluyó.