A pesar del clima amenazante, el 11º Gran Rosario de Bendiciones para la Familia se realizó el 22 de enero en Montevideo (Uruguay) con alegría y confianza en la mediación de la Virgen María por las familias del mundo.

Bajo los protocolos sanitarios para evitar la propagación del coronavirus, familias, laicos, sacerdotes, obispos y religiosos se reunieron en la Rambla de Montevideo; otros se conectaron a través de las redes sociales.

Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram

Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:

Mientras el coro animaba el momento con cantos y alabanzas, la imagen de la Inmaculada Concepción ingresó en procesión al predio para acompañar el Santo Rosario.

 

 

Mientras algunos fieles se acercaban al Sacramento de la Confesión, se elevó al cielo un rosario hecho de globos blancos, celeste y amarillos.

Antes de iniciar el rezo mariano, el Arzobispo de Montevideo, Cardenal Daniel Sturla, expresó que "hoy  y siempre hay muchas batallas para defender a la familia".

Una de ellas es la de la defensa de la vida desde la concepción hasta la muerte natural "lo que hacemos es pedir al Señor que este don de la vida que él nos da, lo vamos a defender siempre no odiando a nadie", dijo.

El rosario fue dirigido por sacerdotes y una religiosa para pedir en especial por las familias, el fin de la pandemia, los difuntos y enfermos, además de las intenciones de cada fiel.

La tormenta eléctrica se desató en el cuarto misterio gozoso, momento que tradicionalmente el rosario se reza en silencio.

Algunos de los presentes continuaron rezando el misterio y luego el Cardenal Sturla impartió la bendición.

<iframe width="560" height="315" src="https://www.youtube.com/embed/i6Em3WCzbYQ" title="YouTube video player" frameborder="0" allow="accelerometer; autoplay; clipboard-write; encrypted-media; gyroscope; picture-in-picture" allowfullscreen></iframe>

Agustina Terra, voluntaria de la actividad, manifestó que lo que sucedió con el clima dejó una "gran enseñanza para todos".

"Hay mucho gozo en el alma del equipo de voluntarios y organizadores porque además de todos los testimonios y confesiones, la enseñanza que nos deja es que no todo tiene que ser perfecto porque María y Jesús trabajan en el corazón de cada uno. Más allá de la tormenta, aún así uno puede tener paz y gozo".

Ya que el Gran Rosario de Bendiciones para la Familia concluye con la consagración a la Virgen María, este martes 25 se realizará una Misa a las 7:00 p.m. en el Santuario de la Medalla Milagrosa de San Agustín.