Desde hace una década y pese a las dificultades que afronta Cuba, la catequista Diana Calderón decidió quedarse en la isla para apoyar a la Iglesia en su misión evangelizadora y, llevando a Cristo a las nuevas generaciones, ayudar en la construcción de la civilización del amor.
Diana Calderón es una mujer casada de 26 años, que trabaja como estomatóloga y sirve desde hace diez años como catequista en la parroquia de San Antonio de Padua, en la Diócesis de Cienfuegos, en Cuba.
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En declaraciones a la fundación Ayuda a la iglesia Necesitada (ACN), Diana relató que nació "en una familia católica que me enseñó los valores cristianos", y que desde niña fue formada en su fe gracias a la catequesis que recibió en la iglesia.
Sin embargo, precisó que ejercer su derecho a la libertad religiosa en Cuba "no [siempre] fue fácil, porque en el pasado, vivir nuestra fe católica podía ser a expensas de comida, familia, de trabajo y casa".
"Para la mira de muchos, nuestro país es un paraíso caribeño con una historia romántica, pero la realidad es muy diferente", afirmó. "La vida no es fácil, a pesar de toda esta belleza y alegría, es común que la gente caiga en depresión. Muchos pierden la esperanza por algo mejor", añadió.
Cuando la Revolución de Fidel Castro tomó el poder en 1959, la Iglesia Católica en Cuba sufrió restricciones en su libertad, con la confiscación de propiedades, eliminación de colegios católicos, expulsión de sacerdotes y religiosas, entre otros.
Si bien en los últimos años la situación ha mejorado un poco para Iglesia Católica, su labor aún se ve dificultada por la emigración de agentes pastorales debido a la crisis económica, la imposibilidad de contar con medios de comunicación, el no poder brindar abiertamente una educación católica con colegios propios, entre otras cosas.
En medio de esta realidad, la Iglesia Católica en Cuba con apoyo de las donaciones de la fundación Ayuda a la Iglesia Necesitada, todos estos años ha llevado esperanza y oportunidades de desarrollo a los cubanos.
Es por eso que Diana dijo que está muy agradecida con la iglesia, pues conocer a Cristo le ha ayudado en su vida en todo sentido, y ahora continúa formándose y apoya en lo que puede para que otros niños cubanos de 5 a 11 años, también gocen de esta misma oportunidad.
"Crecí leyendo la Biblia del Niño de Ayuda a la Iglesia Necesitada. Me dio lo más importante de mi vida: la fe. Ya de adolescente, seguimos creciendo en la fe, gracias a los libros que recibíamos de ustedes. Me dieron una visión diferente de los retos y dificultades de mi país", explicó.
"Gracias a tus regalos de fe, hoy soy una mujer con un sentido de la vida más profundo […] Cuando me di cuenta cómo la Iglesia me había ayudado, decidí hacerme catequista y hablar sobre Dios", dijo. "Porque el cambio llega con los niños, cuando regresan a sus casas y bendicen los alimentos, y les hablan a sus padres sobre Jesucristo", agregó.
Pese a todo, miles de jóvenes catequistas valientes se esfuerzan por "afrontar la vida en Cuba desde la fe y la esperanza del Evangelio", señaló ACN. Sin embargo, los medios necesarios para cumplir bien su tarea de evangelización son difíciles de conseguir, agregó.
"Formamos parte de la Iglesia cubana y la apoyamos en todo. Nuestros corazones están llenos de sueños que no se pueden cumplir, pero somos sinceros, valientes, comprometidos y muy entregados", dijo Diana.
"En muchos países hay hombres y mujeres como yo que quieren cumplir su misión, a pesar de vivir circunstancias difíciles, y ellos también necesitan de tu ayuda", concluyó.
Por ello, la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada lanzó la campaña "Que haya sitio en tu posada", que ayudará a que los catequistas cubanos y de otras partes del mundo, reciban los medios para formarse y seguir siendo "instrumento para llevar el Evangelio a los lugares donde los cristianos sufren".
Si deseas contribuir con la campaña de ACN, puedes hacer clic AQUÍ.
La situación en Cuba
Según explicó el P. Juventino Rodríguez, sacerdote de los Misioneros Hijos del Inmaculado Corazón de María (claretianos), a ACI Prensa en 2020, tras la revolución, la Iglesia, el culto y las manifestaciones religiosas estuvieron "totalmente" prohibidas, "y hasta no hace muchos años, eso siguió".
"Todo eso ha quedado muy marcado en la gente, porque tenía consecuencias negativas en su vida académica, laboral, social", dijo.
No obstante, precisó que "aunque ahora eso legalmente ha quedado superado […] la gente no lo ha olvidado y sigue teniendo temores y precauciones. Por desgracia, todavía entrar en una iglesia tiene muchos inconvenientes sociales y no resulta fácil superarlos", agregó.
Según el último informe de Libertad Religiosa de la fundación pontificia ACN, el 61,7% de cubanos son cristianos, y el resto son agnósticos, espiritistas y ateos. Sin embargo, los cristianos no pueden ejercer su fe con libertad, porque la isla que está dirigida por el Partido Comunista, definido como marxista y leninista, que "crea una atmósfera sofocante" para las organizaciones religiosas.
ACN explicó que la nueva Constitución de Cuba proclamada en 2019 declaró a la isla como un "estado laico", y por eso, "ya no se da la persecución religiosa en el sentido propio de la palabra"; sin embargo, como la constitución confiere al Partido Comunista (marxista-leninista) de Cuba, un poder "superior" sobre la sociedad y el Estado, la iglesia y sus actividades son controladas.
El Partido Comunista "controla y subordina todos los ámbitos a la construcción de una sociedad comunista, lo que limita y restringe automáticamente muchos derechos que en otros países son básicos, como el derecho a la libertad de expresión y el derecho a la libertad de conciencia", señaló ACN.
"Como el Partido controla arbitrariamente las acciones y las actividades de las organizaciones religiosas, crea una atmósfera sofocante para ellas. Por lo tanto, las perspectivas para la libertad religiosa en Cuba siguen siendo negativas", concluye el informe.
Pese a todo, ACN indicó que los cubanos "han puesto grandes esperanzas en la nueva Constitución" en relación "a la libertad religiosa y a los derechos de los grupos religiosos de Cuba".
ACN precisó que "la formación en la fe es fundamental para el fortalecimiento de las nuevas generaciones", que fueron "muy afectadas por la realidad de Cuba". Al respecto, Diana relató que los jóvenes cubanos se ven obligados a elegir el comunismo o migrar de la isla.
"Hay jóvenes cubanos que trabajan en empresas privadas que dan buenos rendimientos financieros, pero que son, de un modo u otro, ilegales", dijo Diana. "Otros viven de acuerdo con la ideología comunista. Otros se gastan los ahorros de la familia y viajan a países diferentes para acabar llegando a Estados Unidos, donde algún familiar o amigo les acoge", agregó.