En un reciente artículo del National Catholic Register, Tom Hoopes, escritor residente en Benedictine College en Atchison (Estados Unidos), entrevistó a Landry Weber, un jugador de fútbol americano que relató cómo Dios lo llamó a ingresar al seminario para ser sacerdote en el campo de juego.
Landry Weber se especializó en contabilidad y está por recibir su maestría en la Universidad Estatal de Kansas. Además, es un jugador de fútbol americano destacado, que solía jugar en la posición de receptor abierto representando a su centro de estudios.
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Pronto, Landry Weber asistirá al seminario de St. John Vianney en Denver, que pertenece a la Arquidiócesis de Kansas, para cumplir su sueño de toda la vida de ser sacerdote.
Weber confesó que desde siempre sintió su llamado al sacerdocio, incluso desde niño, pero que fue en el campo de fútbol donde Dios le envió señales mucho más específicas.
Relató que una vez, cuando había comenzado a salir con una chica y se sentía en conflicto debido a su llamado vocacional, fue al campo en la madrugada a reflexionar sobre su situación con Dios.
"Estaba acostado en el campo de práctica en medio de la noche, mirando el cielo a las 2 am", y le pregunté a Dios, directamente: "¿Quieres que esté con esta chica o quieres que esté contigo?". En ese momento, señaló, vio aparecer una cruz en las estrellas.
En otra oportunidad, Weber se despertó en medio de la noche, preocupado por el futuro de la relación con otra chica con la que intentó salir en la universidad, pero de pronto le llegó una voz tranquilizadora que le dijo: "Eso no importa. Se supone que serás un sacerdote".
Además de este tipo de señales, Weber dijo que la Iglesia local, su vida espiritual y el apoyo de su familia fueron clave para descubrir su llamado al sacerdocio y decidir ingresar al seminario.
Señaló que se sintió movido por un mensaje que escuchó en la Iglesia Católica St. Isidore, en Kansas, donde se le recordaba que Dios lo acompañaría siempre en su vocación.
"La idea en la sociedad es que solo hay un camino a la felicidad, y es obtener un título y casarse", dijo Weber. "La gente piensa que entrar al seminario significa que Dios te va a abandonar, y vas a tener que arañar y escarbar para encontrar la felicidad y te sentirás solo".
"¿Qué crees que sucederá si entregas tu vida a Dios? Él te rodeará con su brazo y caminará cada paso del camino. Va a ser genial. Va a ser exactamente lo contrario de la negatividad que esperas", agregó.
Weber dijo que tres cosas son centrales en su vida espiritual: la Eucaristía, la Confesión y la Santísima Virgen María.
"He encontrado que la oración y recibir la Eucaristía, y pasar tiempo en adoración y confesión, tienen un efecto tremendo en mi vida y mi relación con Jesús y mi salud mental. Esos dos sacramentos: la Eucaristía y la Confesión. Puedo ver la diferencia cuando los extraño y lo rápido que mi vida se desmorona". Además, dijo que se ha consagrado a la Santísima Virgen María y que renovó su consagración una vez.
El apoyo de sus padres Stan y Nancy y de sus tres hermanos, que también destacaron en los deportes, fue clave, pues al incentivarlo a alcanzar la excelencia en los estudios y el fútbol americano, lo ayudaron también a vivir la excelencia en su fe católica.
"Ya sea fútbol, voleibol, enseñanza, bolos o negocios, la familia Weber siempre se esfuerza por alcanzar la excelencia", dijo el P. Drew Hoffman, quien sirve en la arquidiócesis local. "Ellos toman ese deseo como grande y lo aplican a la excelencia en la fe. Esa intensidad es contagiosa", agregó.
Por su parte, Stan señaló al periódico local Wichita Eagle que da gracias a Dios, que lo que más ama de los deportes es "lo que te enseña sobre la vida". Dijo que enseña a sus hijos que practicar cualquier deporte "conlleva una responsabilidad".
Para el sacerdote, "Landry es uno de los mejores hombres que he conocido en un campus universitario". "Estoy asombrado por su disciplina. Es un jugador de fútbol D-1 [de primera división] y un excelente estudiante, y aun así encuentra mucho tiempo para rezar, asistir a Misa diaria y pasar tiempo con sus amigos. Es algo muy bueno de ver y me desafía a ser un mejor sacerdote", agregó.
Landry Weber dijo que de jóvenes su madre fue animadora y su padre fue un jugador de fútbol americano destacado, que fue reclutado para ser instruido por los famosos entrenadores Jimmy Johnson y Pat Dye; sin embargo, decidió quedarse en Kansas por amor a su estado.
Además, dijo que su hermano mayor también jugó como receptor abierto en la universidad y ahora es entrenador de fútbol en la Universidad de Carolina del Sur, y su hermana mayor, que jugó voleibol para los Wildcats, ahora es miembro de un apostolado misionero católico universitario.
Landry dijo al periódico local Wichita Eagle que uno de sus primeros recuerdos de la infancia fue ver una partida de fútbol americano estatal, y que desde que tenía un mes de nacido, sus padres lo llevaban a los partidos.
Landry dijo a Register que en su último partido como jugador de fútbol americano, los entrenadores "hicieron el anuncio sobre mi vocación". Fue durante el Texas Bowl del 4 de enero, cuando se lesionó en los primeros minutos y tuvo que salir del campo.
"Aquí hay un joven que tiene cosas más importantes planeadas además del fútbol", anunció Tom Hart del canal de televisión deportivo ESPN en la transmisión. "Landry Weber planea hacerse sacerdote después de terminar su carrera futbolística", agregó.
Para Landry, el fútbol americano puede ser una buena preparación para el seminario.
"Mi parte favorita del fútbol universitario es que es mucho más desafiante y exigente. Te enseña mucha disciplina, con tu horario y las elecciones que haces", dijo.
Además, "te acostumbras a hacer cosas cuando estás cansado y no quieres hacer nada. Pese a ello, sales y lo haces", concluyó.