El 18 de enero, en la Misa de despedida de la imagen peregrina de Nuestra Señora del Rosario de Fátima, el Arzobispo de Santiago de Chile, Cardenal Celestino Aós, alentó el compromiso de seguir rezando a la Virgen para que interceda por el prójimo ante Dios.
La imagen mariana llegó desde Portugal el 16 de septiembre de 2019. Casi un mes después, ocurrió el estallido social y luego vino la pandemia del COVID-19, extendiéndose su estadía en el país sureño.
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Los fieles y devotos se reunieron en la catedral metropolitana para agradecer por todos los lugares que visitó y por avivar la fe en centenares de Misas, vigilias de oración y adoraciones Eucarísticas a lo largo de 4.300 kilómetros, y también en la Isla de Pascua, ubicada a unos 3.600 kilómetros del continente.
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"A los pies de la imagen de la Virgen de Fátima hoy debemos dejarle como ofrenda, como regalo por su visita, nuestro compromiso de rezar y rezar y rezar", expresó el Cardenal Aós en su homilía.
"Que Ella nos ayude a no cansarnos, agradecer cuando no vemos los frutos, cuando parece que no logramos nada. Agradecerle porque nos permite participar en la corredención con Jesucristo, voy completando en mi propio cuerpo los sufrimientos de Cristo, por la Iglesia que es su cuerpo", agregó.
El Arzobispo de Santiago explicó que "la Virgen María es nuestra madre y es nuestra intercesora". "La Virgen María delante del Padre es nuestra intercesora".
Y así como la Iglesia "en todos sus miembros, en todos los cristianos, tiene la misión de practicar la intercesión", "todos nosotros tenemos que rezar unos por otros".
El Cardenal Aós recordó que en el mensaje de Fátima, la Virgen dijo: "Rezad, rezad todos los días el rosario, comulgad, soportad los sufrimientos en reparación de los pecados y en reparación de los pecadores".
Por eso, interceder ante Dios por otro "es una forma de amar", así como "Jesucristo que nos amó hasta el extremo y ahora me ama intercediendo por mí".
"Nuestro compromiso de rezar no se acaba hoy" porque "la oración es nuestro corazón y nuestra voz, y se hace corazón y voz de tanta gente no sabe rezar, o no reza, o no quiere rezar o no puede rezar. Nosotros somos el corazón y la voz de esa gente que sube a Jesús, sube al Padre como intercesores", sostuvo.
Por el contrario, "la oración de intercesión se hace en la fe y en la esperanza", porque "quien no ama al hermano no reza seriamente. En espíritu de odio no se puede rezar; en espíritu de indiferencia, no se puede rezar, la oración solamente se da en espíritu de amor".
La imagen peregrina de la Virgen de Fátima regresará al santuario en Portugal el 19 de enero, luego de acoger a miles de chilenos que se consagraron a su Inmaculado Corazón, recibieron el mensaje de conversión y fe y pidieron su mediación en sus necesidades personales.