El Arzobispo de Santa Cruz (Bolivia), Mons. Sergio Gualberti, expresó en la fiesta de la Epifanía del Señor que la vida y la dignidad de la persona humana van por encima de cualquier ideología.
Durante la Misa celebrada en la catedral, Mons. Gualberti expresó que así como la manifestación de Dios a todos los pueblos provoca una "conversión total" en la vida de los Reyes Magos, ese "cambio de dirección" en las personas de hoy impulsa "a dejar a un lado las tinieblas del pasado y recorrer el camino de la estrella, de la búsqueda sincera y perseverante de Dios".
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Un primer paso implica "no sustituir a Dios por el poder y las riquezas, no engreírse y elevarse a dueños del destino propio y de los demás, no ser egoístas, no caer en las tinieblas de la mentira y de los ídolos mundanos que embrutecen y que ahogan en la falta de ideales y del sentido de la vida", explicó Mons. Gualberti.
En ese sentido, "a lo largo de la historia de la humanidad han ido surgiendo varios ídolos, personas, ideologías, sistemas económicos, políticos y otros, en alternativa o en contraposición a Dios"
"Incluso se han vuelto ídolos a la ciencia y a la técnica, atribuyéndoles poderes ilimitados y reponiendo en ellas una esperanza incondicional para dar con todos los problemas de la humanidad, hasta con la muerte", señaló.
"Esta situación es el resultado de un pensamiento que desconoce que la inteligencia y la ciencia humanas son dones de Dios y que, en cuanto dones, tienen que tomar como referencia a Dios y a la ley moral implantada en el corazón de todo ser humano y, en consecuencia, anteponer la vida y la dignidad de la persona humana, creada a imagen de Dios, por encima de cualquier otro bien e ideología", recordó.
"La ciencia iluminada por la fe es un camino certero que lleva a reconocer y encontrar el Salvador en el Niño pobre de Belén", agregó Mons. Gualberti.
"La ciencia iluminada por la fe, así como la entendieron y vivieron los sabios magos, es un camino certero que lleva a reconocer y encontrar el Salvador en el Niño pobre de Belén, la luz que disipa las tinieblas de la soberbia y de la autosuficiencia de nuestra mente y nos abre los ojos a la esperanza de alcanzar la felicidad y la realización armoniosa de nuestra vida personal, comunitaria y social".
Por ello, el Arzobispo de Santa Cruz alentó a pedir a los Reyes Magos su ayuda para "recorrer el camino de la vida nueva, de la renovación de nuestra fe en el Dios verdadero, renovación de nuestra entrega, dedicación y servicio a su reinado de amor y de vida, misión que da sentido pleno a nuestra existencia y que nos colma de alegría".
Por su parte, durante la celebración de la Epifanía en el Vicariato Apostólico de Beni, Mons. Aurelio Pesoa también alentó a acoger lo que el Niño Dios regaló "a la humanidad entera", como es "la gracia del amor, la gracia de la esperanza, la gracia de la paz de la alegría, de la justicia y de la vida en abundancia".
El también presidente de la Conferencia Episcopal Boliviana expresó que "cada uno de nosotros podemos ser una tienda en donde el que se acerca a nosotros encuentre de verdad el amor verdadero, la esperanza cierta, la alegría sincera y la afectividad. Nosotros podemos ser portadores de esperanza en este tiempo que nos toca vivir".