La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) hizo un llamado a la Suprema Corte de Justicia de la Nación a no invalidar la protección de la vida desde el vientre materno en la Constitución del Estado de Nuevo León, y recordó que "el aborto siempre quita la vida a un hijo".

En un mensaje difundido este 6 de enero, los obispos mexicanos subrayaron que "es un falso dilema contraponer los derechos de la madre y el derecho a la vida del hijo en su vientre".

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El pronunciamiento del Episcopado mexicano se da en el marco del inicio de la discusión en la Suprema Corte de una acción de inconstitucionalidad que busca invalidar la protección a la vida desde la concepción, incorporada al artículo 1 de la Constitución de Nuevo León el 11 de marzo de 2019.

En medio de una serie de fallos a favor del aborto en septiembre de 2021, la Suprema Corte declaró inconstitucional una protección similar a la vida desde la concepción en la Constitución del Estado de Sinaloa.

La CEM recordó que el Papa Francisco, en su mensaje a Naciones Unidas en septiembre de 2020, dijo que "es triste ver cuán simple y conveniente se ha vuelto, para algunos, negar la existencia de vida como solución a problemas que pueden y deben ser resueltos tanto para la madre  como para el niño no nacido".

Para los obispos mexicanos "la única aproximación justa y ética es que debe protegerse con la misma humanidad y solidaridad tanto en la Constitución federal como en las Constituciones locales y en cualquier ley tanto a la mujer embarazada como a su hijo en gestación, pues ambas vidas tienen igual dignidad y merecen el mismo respeto y protección".

Los obispos hicieron un llamado "a toda la sociedad, y en particular a los ministros de la Suprema Corte de Justicia, a que reconozcan plenamente el derecho a la vida sin discriminación antes o después de nacer, sin regresiones ni condiciones injustas, y sin caer en una lógica de la 'cultura del descarte'".

"Volvemos a invitar a todos los actores sociales del país: políticos, económicos, académicos, y a la sociedad en general, a emprender el camino de un gran Acuerdo Nacional a favor de la mujer y de la vida, que proteja de forma equivalente a la madre y al hijo en toda circunstancia, y que vele por superar las circunstancias que empujan a una mujer a considerar cometer un aborto", alentaron.

"El aborto siempre quita la vida a un hijo y deja a una madre sin su hijo. Recuperemos la capacidad de mirar y acoger con plena solidaridad y humanidad a todos", exhortaron los obispos.

Al finalizar el mensaje, firmado por Mons. Jesús José Herrera Quiñonez, Obispo de Nuevo Casas Grandes y responsable de la Dimensión Vida de la CEM, el Episcopado pidió a "Santa María de Guadalupe que proteja a los hijos en gestación y a sus madres en medio de esta coyuntura de gran trascendencia".