El Arzobispo de Santiago de Cuba, Mons. Dionisio García Ibáñez, criticó el avance del "matrimonio" homosexual en Cuba al asegurar que hay personas que están "empeñadas en destruir a la familia natural como Dios la hizo, como Dios la creó".
En la homilía del pasado 26 de diciembre, día de la Sagrada Familia, expresó: "Dios nos hizo hombre y mujer, físicamente, psicológicamente, fisiológicamente diferentes; porque cada uno tiene un papel que cumplir. Lo demás es la arrogancia de algunos que, de la misma manera que se ha destruido prepotentemente la naturaleza, ahora están empeñados en destruir a la familia natural como Dios la hizo, como Dios la creó".
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El Arzobispo cubano se pronunció cinco días después de que la Asamblea Nacional del Poder Popular (Parlamento) de Cuba aprobó el Código de Familias que, entre otras cosas, define el matrimonio como la "unión voluntaria de dos personas", sin diferenciar el sexo, y además le permitiría a las parejas del mismo sexo adoptar niños.
El Parlamento ahora deberá fijar la fecha para que se vote el Código de Familias en un referéndum durante el 2022.
"Se pueden buscar muchas teorías, se pueden legislar leyes; y no porque se legisle una ley se tiene que decir que es justa. En la vida, en la historia, muchas leyes han sido infames, por ejemplo, la ley de la esclavitud, y otras muchas más. El quitarles la libertad a las personas, es ley y hay que cumplirla, pero es infame", criticó el Prelado haciendo referencia a este tema.
Mons. García también dijo que espera que dentro de unos años los cubanos se den "cuenta que estamos destruyendo la familia, y que, al destruir la familia, estamos destruyendo la célula fundamental de la sociedad".
"Cuando se rompe una ley de la naturaleza, siempre algo sale mal y trae sus consecuencias", subrayó.
El Prelado dijo que no se puede equiparar la familia de "un hombre y una mujer que engendran", a la "unión de dos personas que por la propia naturaleza humana no pueden engendrar".
"La unión de dos personas del mismo sexo no es una familia, aunque se quieran; ¿una familia natural querida por Dios y la naturaleza? No (…) la familia es para que pueda cumplir con la misión que ha recibido de la naturaleza, porque ella fue creada por Dios y, que la Palabra de Dios reafirmó después", sostuvo.
Agregó que al apoyar el "matrimonio" del mismo sexo tampoco "no nos damos cuenta de ese pequeño niño [adoptado], que también naturalmente, necesita de un padre y una madre".
En la Eucaristía del primer domingo del tiempo de Navidad, el Arzobispo de Santiago de Cuba recordó que la "familia de un hombre y una mujer, tiene que ser vivida como lo dice Pablo en la carta a los Colosenses: ámense, quiéranse, vivan el uno para el otro, sacrifíquense por los hijos; padres no exasperen a sus hijos, maridos no exasperen ni maltraten a sus mujeres".
"Vamos a escuchar a Pablo, vamos a escuchar aquella frase de Pablo: mujeres obedezcan a sus maridos; y ¿qué le dice al marido Pablo?: maridos, quieran a su mujer como Cristo amó a su Iglesia, que entregó la vida por ella. ¡Qué amor tan grande es ese! Ahí hay obediencia, ahí hay amistad, ahí hay amor conyugal, ahí hay de todo lo mejor", dijo.
Finalmente, pidió a los católicos "repensar las familias y no dejarnos llevar por aquellas cosas del momento que parecen que son lo último, pero van a dar malos resultados".
"¿Por qué? Porque violan las leyes de la naturaleza, como estamos violando las leyes de la naturaleza al destruir el medio ambiente que Dios creó para nosotros", concluyó.