El grupo municipal del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) e Izquierda Unida (IU) han decidido apoyar la petición lanzada por el Secretario General de la Comisión Islámica Española, Mansur Escudero, para que los musulmanes ocupen una parte de la antigua mezquita de Córdoba, hoy convertida en Catedral y símbolo de la reconquista cristiana de la península ibérica.
Escudero señaló que la petición ha sido presentada al Vaticano, donde se les ha señalado que es finalmente el Obispo de Córdoba, Mons. Juan José Asenjo, quien debe decidir al respecto.
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La antigua mezquita de Córdoba, una de las joyas del arte mozárabe iniciada en el siglo VIII y modificada en varias ocasiones, se construyó en el terreno de una iglesia católica con material de otros templos católicos destruidos por la invasión musulmana.
La construcción fue ordenada por Abderramán I, y ampliada en sucesivas etapas por Abderramán II, Alhaken II y Almanzor. Hasta Almanzor, la mezquita permitía el culto de cristianos y judíos, pero el último de ellos ordenó a los cristianos la venta del terreno y se cerró al culto exclusivamente musulmán.
Desde el año 1523, el conjunto de 24 mil metros cuadrados acoge a la Catedral cristiana, construida tras la reconquista, junto con otras capillas laterales.
Pese a que los musulmanes son apenas 500 en Córdoba y cuentan con una mezquita –que aducen es demasiado pequeña-, las organizaciones islámicas en España vienen insistiendo en que la antigua mezquita debería abrirse al culto musulmán.
Los musulmanes no han dudado en tratar de imponer esta práctica a la fuerza: el pasado 3 de marzo, apenas concluida la Misa dominical, participantes del III Congreso Internacional de la Mujer Musulmana pretendieron realizar una oración colectiva ante el mihrab de la antigua mezquita, desafiando incluso al personal que intentó impedir un acto de culto no permitido, y que hubiera merecido la muerte de cualquier cristiano de intentarlo en una mezquita de un país musulmán.
Recientemente, un prominente líder musulmán en España, Abderrahmán Muhammad Manan, escribió que la antigua mezquita debía ser “liberada” por ellos, porque “los musulmanes no podemos echarnos atrás diciendo que el Islam no es piedras o monumentos. Eso es no darse cuenta de lo que las cosas son en sus esencias, y en su esencia la Alhama es el Islam en nuestra tierra, es al-Ándalus, es Andalucía, es el recuerdo de una colonización, de un genocidio, de una expulsión”.
“Y no es sólo un símbolo, es una verdad, es algo con fuerza: desatarla debe ser nuestro propósito para realizar la auténtica dimensión de nuestra humanidad y de nuestra dignidad. Hay que acabar con la tristeza de la Mezquita de Córdoba para que vuelva a sonreír lo que es Andalucía, para que renazca al-Ándalus”, señala Muhammad Manan.
Escudero, por su parte, dice que espera que Mons. Asenjo “se dé cuenta al final de lo positivo de la idea y de que con ella la Iglesia Católica daría una imagen abierta y dialogante”; y precisó que la propuesta “sólo pretende que la Mezquita sea un templo ecuménico, es decir, que se permita rezar a los musulmanes que visitan la Mezquita en algún lugar del templo”.
El Presidente de la Junta Islámica señaló además que su iniciativa “podría significar un acercamiento entre ambas religiones, al poder rezar junto musulmanes y cristianos, y se convertiría en un importante mensaje de paz para toda la sociedad que en los tiempos que corren de confrontación es muy necesario”.
El Cabildo catedralicio, sin embargo, no simpatiza con la idea de que los musulmanes vuelvan a tomar la mezquita de Córdoba; y fuentes cercanas al mismo han señalado que otros edificios religiosos podrían convertirse en el primer “templo ecuménico” para cristianos y musulmanes, como por ejemplo, el monumental templo de Agia Sofía en Constantinopla (hoy Estambul), que el imperio turco convirtió en una mezquita.