Un laico católico y un diácono cubanos criticaron que el Parlamento de Cuba haya aprobado el proyecto del Código de Familias que se someterá a referéndum en 2022 y que abre las puertas al "matrimonio" homosexual, la adopción gay, a los "derechos sexuales y reproductivos" (eufemismo que encubre la anticoncepción y el aborto) y a la ideología de género.
El pasado 21 de diciembre, la Asamblea Nacional del Poder Popular (Parlamento) aprobó el Código de Familias que definiría el matrimonio como la "unión voluntaria de dos personas", sin diferenciar el sexo.
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Asimismo, propone "el desarrollo pleno de los derechos sexuales y reproductivos en el entorno familiar independientemente de su edad, sexo, género, orientación sexual e identidad de género, situación de discapacidad o cualquier otra circunstancia personal; incluido el derecho a la información científica sobre la sexualidad, la salud sexual y la planificación familiar, en todo caso, apropiados para su edad".
El Parlamento ahora deberá fijar la fecha para que se vote el Código de Familias en un referéndum.
El escritor cubano y laico católico, Osvaldo Gallardo, criticó el nuevo Código de Familias al considerar que este "no nace en un Estado de derecho", "no está amparado por todas las fuerzas sociales" y "tampoco se ha buscado un consenso o una opinión de especialistas".
"Esta es, una vez más, una iniciativa estatal que tiene un sentido determinado: regular y controlar la forma de pensar y actuar de todo el país. Y no me sorprende que haya sido aprobado por el Parlamento cubano ya que este no tiene espacio para el disenso, diálogo o debate de ideas, sino que es una fuerza monolítica que responde a los intereses de un estado totalitario", dijo.
"Hace muchos años el Gobierno cubano trata de lavarse la cara, de su historia, con acciones de este tipo referidas a las minorías, como las personas bajo el signo LGTBI, y tiene el Centro Nacional para la Educación Sexual de Cuba liderada por Mariela Castro (hija del dictador Raúl Castro) que desde hace muchos años trata de acercarse a ese grupo. No obstante, la propia sociedad y los grupos LGTBI se oponen a las campañas y proceder del Gobierno", comentó.
El laico aseguró que "la Iglesia Católica, como refleja la homilía del diácono Maykel Gómez tiene una posición clara, que el matrimonio es el que está conformado por un hombre y una mujer".
El diácono salesiano cubano, Maykel Gómez Hernández, expresó en una homilía el 26 de diciembre que el nuevo Código de Familias, "en lugar de abrir la oportunidad a los padres de poder escoger la mejor educación para sus hijos, busca a toda costa imponer una educación donde, una vez más, la libertad de decidir brilla por su ausencia".
"La imposición de unos pocos hace gala del abuso de poder al que nos someten aquellos que intentan desesperadamente acallar la voz de sus gobernados, aludiendo a un clamor popular basado en la mentira, reprimiendo a todo aquel que intente desvelar sus oscuras intenciones", lamentó.
El diácono aseguró que "necesitamos rescatar nuestras familias".
"Esto no es de ninguna manera estar en contra de nadie, necesitamos convencernos de que el amor viene de Dios y que es en base a ese amor en el que debemos fundamentar toda nuestra existencia", dijo.
También afirmó la necesidad de "volver a los valores que dieron origen a la sagrada institución" de la familia.
"No podemos permitirnos el lujo de ver cómo falsas ideologías van destruyendo la sociedad, que a su vez destruye a la persona; no somos dueños, por ende, no tenemos derecho a decidir sobre la vida que no podemos dominar, pues no somos capaces de otorgar vida, nos toca bajarnos a nuestro lugar y dejar de intentar seguir jugando este peligroso juego de creernos Dios", enfatizó.
Gallardo, por su parte, coincidió en la necesidad de que se respete el derecho de los padres de "poder escoger educar a sus hijos" según sus principios, "que es una libertad que no da la sociedad cubana, que quiere establecer un Código desde arriba, una manera de comportarse, y de convertir la educación en una herramienta ideológica".
El diácono Gómez pidió al final de su homilía que "seamos puentes de esperanza" y "eduquemos en los valores que nos hacen la vida feliz y responsable".
"Seamos amantes de Dios para que a ejemplo de la Sagrada Familia de Nazaret demos frutos al mundo donde pueda brotar una nueva civilización del amor donde la justicia, la paz y la misericordia dejen de ser una utopía y se conviertan en una realidad", exhortó.
Obispos cubanos advirtieron imposición del matrimonio gay en 2019
En febrero del 2019, días antes de realizarse el referéndum de la nueva Constitución cubana, la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba (COCC), advirtió que ésta estaba dejando abierto "el camino para que, en el futuro se reconozca como matrimonio la unión de personas del mismo sexo con todas sus prerrogativas".
La Constitución fue proclamada el 10 de abril de 2019. A los pocos meses el Gobierno estableció que debía votarse por un nuevo Código de las Familias a través de referéndum.
En su mensaje del 2019, los obispos señalaron los artículos 81 y 82 del texto de la nueva Constitución como los que podrían abrir el camino al matrimonio homosexual.
El artículo 81, por ejemplo, señala que "toda persona tiene derecho a fundar una familia" y que el "Estado reconoce y protege a las familias, cualquiera sea su forma de organización, como célula fundamental de la sociedad y crea las condiciones para garantizar que se favorezca integralmente la consecución de sus fines".
Por su parte, el artículo 82 indica que el matrimonio se "funda en el libre consentimiento y en la igualdad de derechos, obligaciones y capacidad legal de los cónyuges".
Los obispos advirtieron que "según la definición de familia que aparece en los artículos citados se introduce la posibilidad real de que, en las leyes complementarias posteriores, no se respete el sentir y la voluntad expresada mayoritariamente por nuestro pueblo, la cual ha defendido la institución del matrimonio como la unión entre un hombre y una mujer".
"Recordamos lo que dijimos en el mensaje de octubre pasado: 'la enseñanza de la Iglesia siempre ha sido clara: El amor recíproco y complementario entre el hombre y la mujer fundamenta la vocación al matrimonio y a la familia, estableciendo una unidad que no puede equipararse a ninguna otra'", añadieron.