El fin de semana del 18 y 19 de diciembre, comunidades en Uruguay y Argentina realizaron los tradicionales pesebres vivientes.
Los pesebres vivientes son tradiciones a través de las cuales las comunidades representan los relatos bíblicos, desde la Anunciación a la Virgen María hasta el nacimiento del Niños Jesús.
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Esos momentos van acompañados de villancicos, breves catequesis, momentos de oración y en algunos casos con comida para compartir.
En Uruguay, la parroquia Sagrado Corazón de Jesús en la Diócesis de Salto organizó un pesebre viviente en el que niños, jóvenes y adultos participaron en la representación, entregando mensajes de esperanza a quienes presenciaron la obra.
A su turno, desde la Arquidiócesis de Montevideo, las parroquias Nuestra Señora de los Dolores y San Isidro Labrador, en Libertad, recorrieron las calles con alegres villancicos.
Una camioneta transportó a los niños vestidos de San José, la Virgen María y los ángeles. Otros angelitos, pastores y niños con trajes típicos caminaron junto a sus familias.
Todos llegaron hasta la plaza principal para comenzar la representación del pesebre.
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En tanto, en la Plaza de Nueva Helvecia se organizó una representación de la Sagrada Familia hecha por niños de la comunidad.
Otra actividad fue el pesebre viviente organizado por el Cottolengo Femenino Don Orione en la que participaron residentes del lugar.
El tradicional pesebre viviente concluyó con la bendición del Arzobispo de Montevideo, Cardenal Daniel Sturla, a los presentes.
Desde Argentina, el santuario San Cayetano de Liniers celebró una Misa donde se bendijo el niño Jesús y los pesebres. Luego, niños, jóvenes y adultos representaron el pesebre viviente en la explanada del santuario.
En Santa Fe, la capilla Nuestra Señora de la Guardia, invitó a la comunidad a disfrutar del pesebre viviente organizado por los niños y jóvenes de la catequesis.
Lo propio hicieron los niños, jóvenes y adultos de la parroquia San Antonio de Padua en Rosario.