El Obispo de Makurdi, Mons Wilfred Chikpa Anagbe, ha señalado recientemente que la crisis en Nigeria "parece cada vez más una yihad contra cristianos".
En un mensaje publicado el viernes 17 de diciembre por la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN), el prelado dijo que la destrucción de iglesias, escuelas cristianas y el asesinato de sacerdotes y pastores en el país demuestran que los ataques apuntan a los seguidores de Cristo.
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"El gobierno y algunos otros quieren que el mundo crea que la violencia en Nigeria no tiene nada que ver con la religión, sin embargo, cada vez parece más una yihad contra los cristianos", aseguró Mons. Anagbe.
Explicó, además, que los perpetradores de los ataques "provienen principalmente del extremo norte de Nigeria y son principalmente adherentes musulmanes".
"Su patrón destructivo refleja otros grupos terroristas islámicos que operan en otros climas, y algunos de estos grupos nigerianos han profesado lealtad a grupos islamistas como ISIS (Estado Islámico de Irak y Siria) o ISWAP (Estado Islámico en África del Oeste)", dijo, agregando que todos los atacantes "son extremistas".
Durante años, comenta Mons. Anagbe, los extremistas han apuntado a las escuelas e iglesias cristianas "asegurándose de que la población se sienta desamparada, se vuelva hambrienta y analfabeta a mediano plazo".
"En otras partes de Nigeria, las acciones viles dirigidas a los cristianos debido a su fe han sido un lugar común. Estos incluyen casos de agentes pastorales, como sacerdotes y monjas, que fueron secuestrados y liberados solo después del pago del rescate. Algunos son brutalmente asesinados incluso después de que se pagan rescates por su liberación", dijo el prelado.
Agregó que la destrucción de iglesias e instalaciones médicas "apunta al hecho de que este terror está basado en la fe y tiene la intención de extinguir las poblaciones cristianas y la fe cristiana".
El obispo católico destacó el asesinato del seminarista Michael Nnadi, el P. Felix Tyolaha y el P. Joseph Gor de la Diócesis de Makurdi, como casos que muestran que los cristianos son el objetivo.
Para abordar las crisis, Mons. Anagbe dijo que es necesario que los cristianos y musulmanes en la nación de África occidental tengan "una discusión abierta sobre el papel de la fe en la sociedad".
"En un día como este, tenemos que decirnos una o dos cosas; tenemos que mirar a la otra persona a la cara y decir lo que sentimos por dentro. Siento una rabia furiosa, una rabia ardiente dentro de mí; sí, tenemos que estar indignados por los eventos que están sucediendo en nuestro país, de persecución religiosa, o de lo contrario descenderemos a la anarquía total con nuestra hipocresía piadosa y sin sentido de la corrección política", comentó Mons. Anagbe.
Señaló que puede resultar difícil mantener el "equilibrio" después de presenciar las atrocidades.
Sin embargo, el obispo dijo que los líderes religiosos tienen el deber de garantizar que la gente se mantenga optimista sobre su futuro.
"Nuestro papel como ministros de Dios es el de inspirar esperanza. El dolor es grande y las heridas tardarán en sanar; sin fe no podemos agradar a Dios y esta fe debe ser práctica", aseguró
Continuó: "Como líderes, el desafío que enfrentamos exige que tomemos medidas prácticas de fe para sanar y restaurar la esperanza de la gente".
"Como líderes también, debemos demostrar la tenacidad necesaria para eliminar la humillación de nuestros hermanos y hermanas cuya dignidad y derechos han sido constantemente abusados por un pueblo empeñado en exterminarlos sólo por la diferencia de creencias".
Finalmente, pidió a los fieles musulmanes en el país que "examinen detenidamente el contenido teológico de su predicación, ya que creemos que algunas de sus enseñanzas promueven la violencia".
Traducido y adaptado por Diego López Marina. Publicado originalmente en ACI África.