Según un reciente informe, el reverendo Dauda Bature, líder cristiano de la Primera Iglesia Evangélica Ganadora de Todo (ECWA) de Nigeria, murió en cautiverio de los presuntos pastores fulani musulmanes que lo secuestraron el pasado 8 de noviembre.
La fundación de derechos humanos, Christian Solidarity Worldwide (CSW), informó el martes 14 de diciembre que los presuntos militantes habían confirmado la muerte del reverendo, secuestrado en su granja en el estado central de Kaduna.
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El secuestro, informó CSW, fue seguido por muchas idas y venidas, y la esposa del líder de la iglesia, Haddasa Bature, también fue capturada en algún momento.
"La señora Bature fue liberada el 6 de diciembre. Sin embargo, cuando el secretario de la iglesia, que ha estado negociando con los secuestradores, los llamó dos días después de que afirmaron haber liberado al reverendo Bature; dijeron que había muerto hace un tiempo", informó CSW.
Según la fundación de derechos humanos, la esposa del reverendo Bature fue secuestrada el 18 de noviembre cuando intentaba entregar el rescate que había negociado con los terroristas por su esposo, y que posteriormente afirmaron que era insuficiente.
El presidente fundador de CSW, Mervyn Thomas, describió la terrible experiencia de la Sra. Bature como "un ejemplo lúgubre del dolor inimaginable" que, según dijo, había envuelto a muchas familias en el estado nigeriano que está experimentando ataques.
"Nuestras más sinceras oraciones y condolencias están con la familia y la congregación del reverendo Dauda Bature, y con todos aquellos que perdieron a sus seres queridos en la violencia en los últimos días", dijo Mervyn.
Añadió que "la terrible experiencia de la Sra. Bature es un ejemplo sombrío del dolor, las penurias y la incertidumbre inimaginables que sufren las familias en el estado de Kaduna, en el centro de esta crisis de anarquía".
"Seguimos pidiendo un plan de seguridad integral para vencer esta amenaza y permitir que los civiles vivan con seguridad. Estos niveles de inseguridad constituyen una emergencia nacional, y hacemos un llamado al Gobierno de Nigeria para que aborde todas las fuentes de violencia con urgencia, con el fin de detener el progresivo declive del país hacia un estado fallido", dijo el funcionario de CSW.
La fundación cristiana expresó su preocupación porque desde 2015 miles han muerto y decenas de miles han sido desplazados en "una campaña de ataques" contra comunidades predominantemente cristianas en el centro de Nigeria por asaltantes de origen fulani.
CSW indicó que para la etnia fulani la religión es "cada vez más un factor de reclutamiento o un espíritu de gobierno".
El estado de Kaduna se ha convertido en un epicentro de la actividad de secuestro y crimen, ya que las comunidades han sufrido implacables ataques desde 2011, con un repunte significativo en 2015 caracterizado por un número cada vez mayor de secuestros y asesinatos de miembros del clero y feligreses.
La fundación de derechos humanos puso de ejemplo un incidente ocurrido el 31 de octubre cuando hombres armados atacaron la Iglesia Bautista Emmanuel en Kakau Daji en Chikun LGA, matando a dos personas y secuestrando a otras 66.
"Los secuestradores, que exigieron un rescate de aproximadamente 240.400 dólares, lanzaron un video el 6 de noviembre en el que afirmaron que estaban apuntando a cristianos deliberadamente y dispararon a cinco jóvenes seleccionados al azar, tres de los cuales murieron", dijo Mervyn, y agregó que los secuestrados restantes fueron liberados el 4 de diciembre luego del pago de un rescate no revelado.
La fundación también hizo referencia al ataque del 12 de septiembre en el que presuntos pastores fulani dispararon y mutilaron el cuerpo del reverendo Silas Yakubu Ali, pastor principal de ECWA Kibori-Asha Awuce en Zonzon District Church Council (DCC).
El cuerpo del funcionario de la iglesia, relata CSW, fue encontrado a medio kilómetro de su casa en el sur de Kaduna.
La fundación cristiana expresa preocupación porque la violencia ha vuelto inseguras a las comunidades rurales y está afectando cada vez más a la capital del estado de Kaduna.
Las estadísticas compiladas por el gobierno del estado de Kaduna indican que 343 personas murieron y 830 fueron secuestradas entre julio y septiembre de 2021, mientras que un total de 545 personas murieron y 1.723 fueron secuestradas entre enero y junio. Entre estos últimos se encuentran tres estudiantes de Bethel Baptist High School que han sido retenidos por sus captores desde el 5 de julio.
Según la entidad cristiana, la violencia en curso en Kaduna, que afecta a las comunidades agrícolas en el centro de Nigeria, no se ha abordado lo suficiente y ha "hecho metástasis", provocando muertes y desplazamientos similares en las comunidades musulmanas de etnia hausa en los estados del noroeste.
La falta de seriedad al abordar la violencia, dice CSW, también ha llevado al aumento de los secuestros para pedir rescate en todo el país por parte de asaltantes de origen predominantemente fulani.
Traducido y adaptado por Diego López Marina. Publicado originalmente en ACI África.