El Papa Francisco elevó sus más sentidas oraciones por todos aquellos que han sido afectados por la "inmensa tragedia" de los tornados que golpearon Estados Unidos en los últimos días y que dejaron cuantiosos daños materiales y que habrían dejado al menos 100 muertos.
A raíz de esta tragedia, el Cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado del Vaticano, envió un telegrama a nombre del Papa Francisco a Mons. José Gomez, Arzobispo de Los Ángeles y presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos.
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En el texto se indica que "el Santo Padre se entristeció al conocer el devastador impacto de los tornados que golpearon la zona central y sur de Estados Unidos en estos días".
Por esa razón, el Papa "ofrece sus más sentidas oraciones, para que Dios Todopoderoso conceda la paz eterna a quienes han fallecido, consuelo a quienes lloran su pérdida y fuerza a todos los afectados por esta inmensa tragedia".
Francisco también agradeció "los incansables esfuerzos de los trabajadores de rescate y todos los que están comprometidos en cuidar a los heridos, a las familias en duelo y a los que se han quedado sin hogar".
Para concluir, "el Papa Francisco invoca sobre todos los que trabajan en la gran obra de ayuda y reconstrucción, los dones del Señor de fortaleza y perseverancia generosa en el servicio de sus hermanos y hermanas".
Entre el viernes 10 y el sábado 11 de diciembre, al menos 37 tornados golpearon al menos seis estados en Estados Unidos: Arkansas, Illinois, Kentucky, Mississippi, Missouri y Tennessee.
Solo en Kentucky se contabiliza al menos 70 personas fallecidas.
El pueblo de Mayfield, ubicado dentro de la Diócesis de Owensboro, fue una de las comunidades más golpeadas por los tornados.
Más de 100 personas habrían buscado refugio en una fábrica de velas, y las autoridades creen que al menos una docena de ellas murieron.
"Una demostración del increíble poder de las tormentas sucedió el sábado, cuando los vientos descarrilaron un tren cerca de Earlington, Kentucky, y uno de los 27 vagones del vehículo se elevó casi 70 metros y aterrizó en una casa. Nadie resultó lastimado", informó Deutsche Welle (DW).
El Santo Padre ya había elevado ayer sus oraciones por las víctimas de los tornados, luego del rezo del Ángelus en el tercer Domingo de Adviento en la Plaza de San Pedro.