El Papa Francisco expresó este 12 de diciembre su cercanía y oración por las víctimas de los tornados que golpearon en los últimos días al menos seis estados de Estados Unidos, matando a decenas de personas.
En su mensaje tras el rezo del Ángelus en la Plaza de San Pedro, el Papa Francisco se refirió a los tornados que dejaron un rastro de destrucción en Arkansas, Illinois, Kentucky, Mississippi, Missouri y Tennessee entre el viernes 10 y el sábado 11 de diciembre.
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El Santo Padre dijo que "rezo también por las víctimas del tornado que ha golpeado Kentucky y otras zonas de los Estados Unidos de América".
El mensaje de oración del Papa se sumó al de dos arzobispos estadounidenses que ofrecieron sus condolencias tras los tornados, que acabaron con la vida de al menos 70 personas solo en el estado de Kentucky.
Mons. José Gomez, presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB) y Arzobispo de Los Ángeles, y Mons. Paul Coakley, presidente del Comité de Justicia Doméstica y Desarrollo Humano de la USCCB y Arzobispo de Oklahoma City, alentaron a los católicos a ayudar a los afectados por los tornados, apoyando el trabajo de Catholic Charities USA.
"Es desgarrador ver la destrucción y la devastación provocadas por los tornados que azotaron el sur y el medio oeste durante la noche", expresaron los arzobispos en un comunicado difundido el 11 de diciembre.
"Durante esta temporada de Adviento, donde esperamos con anticipación gozosa el nacimiento de Nuestro Señor, rezamos por aquellos que han resultado heridos, por aquellos que han perdido sus vidas, y por las sufrientes familias y comunidades".
"Que todos los que han sido impactados por estas tormentas encuentren paz, consuelo y esperanza en nuestra fe y en el amor infinito de Dios", expresaron.
Mons. William Medley, Obispo de Owensboro, en el estado de Kentucky, también pidió oraciones el 11 de diciembre.
"Unámonos en oración como una comunidad católica por todo el sufrimiento que fue causado por este desastre", dijo.
El pueblo de Mayfield, ubicado dentro de la Diócesis de Owensboro, fue una de las comunidades más golpeadas por los tornados. Más de 100 personas habrían buscado refugio en una fábrica de velas, y las autoridades creen que al menos una docena de ellas murieron.
Las parroquias de la Diócesis de Owensboro realizarán una colecta especial este fin de semana para ayudar a los afectados o desplazados por las tormentas.
Al concluir su comunicado, Mons. Gomez y Mons. Coakley dijeron que "también rezamos por los socorristas y aquellos que han comenzado el trabajo de ayudar en las necesidades de los afectados en estas comunidades".
Los arzobispos confiaron a los afectados "a Nuestra Santa Madre, y pedimos por su continua protección y por su intercesión para el consuelo de aquellos que están sufriendo".
Traducido y adaptado por David Ramos. Publicado originalmente en CNA.