El árbol de Navidad del Senado de México, diseñado a manera de pirámide precolombina, con el dios pagano Quetzalcóatl descendiendo de él, ha despertado polémica y ha recibido una dura crítica de un sacerdote católico.

A través de Twitter, el P. Eduardo Hayen Cuarón, director del semanario Presencia de la Diócesis mexicana de Ciudad Juárez, señaló que "la serpiente, imagen de Quetzalcóatl, desciende por el árbol de Navidad del Senado de la República. Espantoso".

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El sacerdote subrayó que "no se vale contaminar los símbolos cristianos con símbolos del paganismo. ¿Están con Dios o con el diablo?".

El polémico árbol fue iluminado el 9 de diciembre por el senador Ricardo Monreal Ávila, presidente de la Junta de Coordinación Política, y miembro de Morena, el partido del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.

En la ceremonia de iluminación del árbol, Monreal Ávila "ha generado tanta controversia y polémica, pero es el árbol de la armonía y de la austeridad".

De acuerdo a las autoridades, el árbol tuvo un costo de 25 mil pesos, alrededor de mil doscientos dólares. En la punta, en vez de una estrella, colocaron un penacho precolombino.

La senadora Lilly Téllez, del Partido Acción Nacional (PAN), expresó con ironía una felicitación al régimen de López Obrador, autodenominado "cuarta transformación" o "4T" por el árbol de Navidad con la imagen de Quetzalcóatl: "No se burlen, es real, así es exactamente la 4T: víboras en Noche de Paz".

Quetzalcóatl, conocido también como la "serpiente emplumada", fue una divinidad de diversas culturas precolombinas mesoamericanas, entre ellas los mexicas o aztecas.

Para otros críticos, el árbol con el dios precolombino fue un recuerdo de los años de la persecución religiosa contra la Iglesia Católica. En 1930, el entonces presidente de México, Pascual Ortiz Rubio, visto por muchos como un "títere" del anticlerical Plutarco Elías Calles, intentó que Quetzalcóatl le robara el protagonismo a Jesús.