El Papa Francisco recordó que "Dios siempre encuentra la manera de hacerse presente en nuestras vidas, incluso cuando sentimos que está lejos o nos sentimos abandonados. Esta es nuestra fuerza".
Así lo indicó el Santo Padre en una entrevista concedida a la revista italiana "50mila volti" editada por la cooperativa OSA (Operatori Sanitari Associati) que reúne personal sanitario que busca apoyar a personas enfermas o no autosuficientes.
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Entre algunos de los extractos difundidos por Vatican News este 7 de diciembre, el Papa abordó el tema del dolor y la muerte, y señaló que en ocasiones "los discursos, en lugar de servir de ayuda o consuelo, provocan aún más sufrimiento", por lo que animó a permanecer cerca de las personas en los momentos de prueba.
Además, el Santo Padre invitó a las personas que sufren a no caer en la tentación de aislarse, porque "cuanto más sufrimos, más sentimos que también necesitamos un cirineo que nos ayude a llevar nuestra cruz".
"Dios siempre encuentra la manera de hacerse presente en nuestras vidas, incluso cuando sentimos que está lejos o nos sentimos abandonados. Esta es nuestra fuerza. Y aunque no lo sepamos, la Pascua ya está actuando en esa oscuridad. Sólo con el tiempo nos damos cuenta de que hay una luz oculta incluso en la oscuridad más profunda. Mientras esperamos a darnos cuenta de ello, sólo podemos seguir ayudándonos mutuamente", afirmó el Papa.
Luego, el Santo Padre ofreció algunos consejos al personal sanitario, como fue el "mirar a las personas a los ojos, considerarlas en su sufrimiento sin trivializarlas nunca"; escucharlas para que "estas personas puedan confiar a alguien el sufrimiento que padecen, las dificultades que tienen" y que los cuidados ofrecidos sean "una forma de ofrecer ayuda, apoyo y servicios profesionales jamás violenta, jamás previsible y jamás mecánica".'
Una vez más, el Papa pidió cuidar a los niños y a los ancianos, a quienes la sociedad actual puede percibir "como inútiles", y exhortó en cambio a promover el "encuentro generacional entre los niños y los ancianos" porque se trata de "una cuestión humana".
"Solo cuando volvamos a preocuparnos sobre todo por los marginados daremos una señal de cambio real. Cuando trabajemos para que ya no haya un conflicto generacional, sino que encontremos el valor de unir a los jóvenes y a los mayores, a los niños y a los ancianos, sólo entonces experimentaremos una nueva calidad de vida en la sociedad", afirmó el Pontífice.