La activista conservadora y provida estadounidense Kaitlin Bennett anunció en redes sociales su conversión a la fe católica tras dejar el ateísmo, y explicó qué fue lo que finalmente la trajo a casa.
Bennett es una personalidad de las redes sociales que se dedica a entrevistar a estudiantes en los campus universitarios y al público en general. Bennett tiene 628 mil suscriptores en YouTube, en su canal "Liberty Hangout", y 227 mil seguidores en Instagram.
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En un video de YouTube de 13 minutos, la activista de 26 años, que llevaba puesta una Medalla Milagrosa y se colocó junto a una estatua de la Virgen María, contó acerca del vacío que trajo el ateísmo a su vida y cómo comenzó su viaje hacia la Iglesia Católica.
"Puede que muchos de ustedes se sorprendan al escuchar esto, pero durante los últimos tres años que han estado viendo mis videos, yo era atea. Pero ese ya no es el caso, y quiero ser sincera con ustedes sobre mi viaje", dijo Bennet.
"Ser atea no es lo que la mayoría de la gente piensa que es, al menos no lo era para mí.Ser atea fue una de las cosas más aterradoras por las que me he enfrentado. Y lo hice durante más de una década", continuó Bennett.
Kaitlin Bennett explicó que "debido a que era tan ignorante y desinformada, temí lo que significaría ir al infierno. El miedo más memorable que tuve fue morir. La idea de mi muerte me aterrorizaba".
"¿Realmente vivía solo para ser enterrada? Lo que siempre ocupó mi mente fue la pregunta: ¿y si me equivoco?", dijo.
En el video, Bennet explica su postura contra el aborto, el carácter sagrado de la vida humana y cómo su esposo católico la ayudó en su camino de conversión.
"Si realmente creo que Dios no existe, ¿por qué me siento tan avergonzada de decirlo en voz alta? Es porque la verdad sobre Dios, Jesús y nuestra creación está escrita en nuestro corazón para que la busquemos y, finalmente, terminemos encontrando la verdad que es tan evidente si simplemente la buscamos", dijo.
La activista señaló que "uno de los momentos decisivos en los que me di cuenta de que estaba equivocada fue al saber que el orgullo era el peor de los siete pecados capitales".
"El Mes del Orgullo siempre ha sido tóxico, depredador y pervertido, incluso desde un punto de vista secular. No es una coincidencia que un estilo de vida arraigado en la depresión, el suicidio, el comportamiento pecaminoso y el arrepentimiento reciba el título de pecado más mortal, que todas las grandes corporaciones y plataformas de redes sociales nos obliguen a tragarnos el cuento, y luego se dirija al público infantil", explicó.
Bennett reveló que su punto de inflexión sucedió cuando su gato se enfermó gravemente. Esa situación la llevó a orar a través de San Francisco de Asís, y finalmente a su conversión.
La joven activista dio un consejo, como ex atea, para los hijos de otras personas.
"Empiecen rezando juntos todos los días como familia y asegurándose de que Cristo sea el primero en su hogar", indicó Bennett, mientras la cámara enfocaba una estatua de San Juan Pablo II sosteniendo un Rosario.
"Crear tradiciones que duren décadas hasta su vida adulta, y eventualmente en sus propias familias, asegura que nunca tengan que irse a la cama con angustias sobre la vida eterna. Ojalá hubiera descubierto la verdad antes en mi vida, pero me siento honrada de saber que incluso una pecadora como yo nunca fue olvidada por Dios", concluyó.